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El PP rechaza la pretensión de EU de quitar el sueldo a los curas de hospitales

La Razón
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El PP rechazó ayer una proposición no de ley (PNL) de Esquerra Unida en la que instaba a «derogar de forma urgente, el convenio de la Generalitat Valenciana con los obispos de la Iglesia católica firmados en el año 1992, de asistencia religiosa católica en los centros hospitalarios de la red pública integrada en la Comunitat Valenciana.

Con esta proposición, Esquerra Unida pretende quitar el sueldo a los sacerdotes que están al cargo de los servicios religiosos que se prestan en los hospitales públicos y de los que se benefician tanto los pacientes como sus familiares y también el personal sanitario que quiera hacer uso de ellos.

La diputada Angélica Such, en una fundamentada intervención explicó que el convenio cuya derogación se solicita «tiene como principio básico el derecho de los individuos a la libertad religiosa y de culto, concebido como un verdadero hecho real, de contenido positivo, que la Generalitat no solo reconoce, tutela y garantiza, sino que hace posible».

Y negó que dicha prestación económica a los sacerdotes que corre a cargo de la Conselleria de Sanitat forme parte de los «privilegios de la Iglesia Católica» como afirmaba la aforada Marina Albiol, sino que constituye un «derecho del paciente», y recordó que el 70 por ciento de los españoles se define católico según las encuestas del CIS.

Such explicó que su grupo aplaudía también los acuerdos alcanzados entre la Conselleria de Sanitat y otros credos religiosos.

El PSPV, con una postura más timorata, pidió que se convirtieran las capillas en espacios de recogimiento para la oración de credos diversos, y apoyó también la revisión del convenio. Dentro del propio grupo socialista había discrepancias al respecto.

Such explicó cuestiones aparentemente obvias pero necesarias de reiterar según el nivel del auditorio. Por una parte, que la asistencia en hospitales se correspondía con un acuerdo del Estado con la Santa Sede y una gobierno autonómico no podía solicitar su revisión, ni derogarlo unilateralmente y recordó la recomendación de que el tratamiento al enfermo no sea solo «somático».