Ministerio de Sanidad
El reparto a domicilio no incluirá medicamentos
Sanidad aclara que se trata de productos farmacéuticos y niega que se contemple la dispensación de fármacos
La Generalitat valenciana «no es que lo descarte, es que ni siquiera lo ha contemplado». Así aclaró ayer el director general de Farmacia, José Luis Trillo, el reparto a domicilio de medicamentos. Se trata, matizó, de la dispensación de productos de dietoterapia, alimentos específicos para ciertos enfermos y pañales.
Trillo trataba de zanjar la polémica en torno al plan «Akasa» que hace unos días ponía en marcha su programa piloto en el área de salud adscrita al hospital Arnau de Vilanova y del que inicialmente se beneficiarán 600 pacientes. El objetivo es que la iniciativa se extienda a toda la Comunitat antes del próximo mes de septiembre.
Sin embargo, el futuro de esta idea está supeditado a los resultados de estas primeras semanas. «Si se comprueba que no es rentable, se desechará», pero, si como se prevé, se demuestra su viabilidad, el programa de dispensación a domicilio se sacará a continuación a concurso público para que los operadores logísticos puedan optar a los lotes.
Esta medida, una de las que contempla el nuevo Decreto Ley del Gobierno valenciano, persigue el ahorro de al menos un treinta por ciento del presupuesto que se destina a la compra de absorbentes y que cada año supera los treinta millones de euros. Es decir, que con el reparto directo se bajará la factura, «solo en absorbentes, en al menos doce millones de euros».
En cuanto al paciente, según Trillo, el plan solo ofrece ventajas, pues le evita desplazamientos, «a él o a su familia». El control, sin embargo, seguirá siendo el mismo. La prescripción de los productos farmacéuticos seguirá en manos del médico. Por su parte, la Administración se encargará de verificar los datos del paciente, confirmar su dirección y acordar un día y hora para el reparto. El enfermo por su parte, se compromete a respetar la cita.
Pero este programa no acaba de gustar a los farmacéuticos, que consideran que solo busca restarles competencias y, además, no supone tal ahorro. Y es que las relaciones entre boticas y la Generalitat no atraviesan por su mejor momento tras las denuncias -huelga incluida- por impago de facturas.
En este sentido, hace apenas unos días el conseller del ramo, Manuel Llombart, se comprometía a elaborar un nuevo plan de pagos que salde las deudas pendientes con las oficinas. El nuevo calendario» se pactará en breve», prometió.
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