Valencia

En el centro (peatonal) de la polémica

Críticas a la falta de planificación en la restricción del tráfico en el centro histórico de Valencia. El PP denuncia «retrasos constantes de los autobuses y saturación en las líneas»

«Los cambios se han hecho sin tener en cuenta la gran cantidad de población mayor que vive en Ciutat Vella»
«Los cambios se han hecho sin tener en cuenta la gran cantidad de población mayor que vive en Ciutat Vella»larazon

Críticas a la falta de planificación en la restricción del tráfico en el centro histórico de Valencia. El PP denuncia «retrasos constantes de los autobuses y saturación en las líneas»

Valencia quiere ser Amsterdam, Copenhague o Pontevedra; quiere ser amable con los peatones y que estos recuperen su espacio. La idea del equipo de Gobierno de Joan Ribó cuenta con el apoyo de numerosos colectivos ecologistas y plataformas de amantes de la bicicleta, pero arranca críticas de vecinos, comerciantes taxistas y grupos de la oposición que creen que se ha comenzado a construir la casa por el tejado.

Desde el grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Valencia se denuncia que la reciente restricción del tráfico en todo el centro histórico se ha realizado antes de planificar o ejecutar un reacondicionamiento de las líneas. El concejal del PP en el Consistorio capitalino Alberto Mendoza destaca el grave problema que está suponiendo ya el reciente corte al tráfico esta zona. «La ejecución de esta medida sin haber puesto en marcha un plan de acceso y frecuencia de los autobuses de la EMT que circulan en el entorno de Ciutat Vella está generando ya graves problemas a los usuarios de las líneas afectadas».

Es más, según el edil popular, el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, tiene prevista una nueva remodelación de las líneas de la EMT para 2018 con una especial incidencia en la distribución de los recorridos de los autobuses en Ciutat Vella. «Lo que es incomprensible es cerrar el tráfico antes de realizarlas», subraya el del PP.

La primera fase del plan de Grezzi se centrará en la modificación de recorridos no afectados por la reordenación de la zona centro y que, en algunos casos, harán uso del doble sentido de la circulación de Navarro Reverter, paradas de Porta del Mar y carril exclusivo EMT de Palacio de Justicia. En una segunda etapa, ya en el segundo trimestre de 2018, «se reducirá el número de líneas que penetran en el anillo de la ronda interior y se redistribuirán los flujos de autobuses entre la calle Colón e intercambiadores de Quart y Xàtiva-Lluis Vives», tal y como se recoge en un escrito redactado por el director gerente de la EMT, Josep Enric García, del pasado 4 de julio.

Al respecto, el edil popular argumenta que «la forma de hacer las cosas de Grezzi es siempre la misma, crear un problema para después intentar imponer su solución siempre derivada de su particular manera de ver la movilidad. Su visión es gestionar con rapidez e improvisación para dejar implantado su modelo ante el horizonte de saber que Ribó no continuará gobernando en el próximo mandato».

Según Mendoza, la nueva remodelación prevista para el segundo trimestre de 2018 implicará que entren menos líneas en el anillo de la ronda interior. La idea es aumentar los transbordos para reducir la cantidad de autobuses que entran al centro, «sin tener en cuenta la gran cantidad de población mayor que vive en Ciutat Vella y tampoco a los vecinos que van a comprar al Mercado Central».

En concreto, las líneas afectadas serán las 5, 28, 95 y 73 que circulan en parte de su recorrido por el entorno de Ciutat Vella «y que están sufriendo continuos retrasos en muchos casos de hasta quince minutos debido a la saturación de las mismas y al caos circulatorio». A su juicio, sería necesario el incremento de la frecuencia en al menos un 20 por ciento.

Este plan se pondrá en marcha después de las recientes actuaciones en el entorno de las Torres de Serranos, de la plaza del Mercat y la Lonja y de otra reordenación más de la circulación en Ciutat Vella que ha supuesto, entre otros cambios, la peatonalización de varias calles, la limitación a 20 kilómetros por hora la velocidad en algunos tramos y las restricciones al estacionamiento.

Cambios que han sido cuestionados no solo por los grupos en la oposición, sino por los propios vecinos y comerciantes que lamentan que el Gobierno local no tenga en cuenta sus opiniones antes de poner en marcha un plan que les afecta de esta manera. Ante esta situación, el PP advierte: «El grupo municipal Popular seguirá planteando iniciativas ante el Ayuntamiento y las instituciones competentes en materia de transporte para detener y revertir los desmanes impuestos por el delegado de la movilidad al transporte público en Valencia, con la connivencia del resto de socios del Tripartito».