Sucesos

Estabilizado el incendio de Gilet tras quemar 68 hectáreas

Una avioneta refresca la zona, ya sin llamas
Una avioneta refresca la zona, ya sin llamaslarazon

El incendio forestal declarado en la noche del viernes en la localidad de Gilet (Valencia), en las inmediaciones del parque natural de la Calderona, sigue estabilizado y sin llamas y podría quedar controlado en «horas», tras haber quemado una superficie de casi 68 hectáreas y causado el desalojo de dos urbanizaciones.

Al cierre de esta edición permanecían en la zona únicamente dos medios aéreos y el resto de trabajos se centraban en refrescar la zona para evitar que se reavivara.

El conseller de Gobernación y Justicia, Serafín Castellano, visitó ayer la zona afectada para seguir la evolución de las tareas de extinción y aseguró que la investigación sobre las causas que originaron el siniestro está abierta y se trabaja en dos líneas: negligencia o intencionalidad.

El aviso del incendio llegó al teléfono de Emergencias 112 sobre las 22.32 horas del jueves y la cercanía de las llamas, el humo y el fuerte viento obligaron a los bomberos a desalojar las urbanizaciones del Balcón de la Peña y Santo Espíritu, ambas en Gilet.

El centro cívico de esta localidad fue habilitado para acoger a las personas que tuvieron que salir de sus casas, aunque la mayoría se desplazaron a casas de amigos o familiares de forma que sólo fue usado durante la noche por catorce personas, ocho hombres y seis mujeres, según informó Cruz Roja. A este grupo se sumaron durante la mañana otras ocho personas, que también recibieron atención por parte de esta institución.

El fuego llegó a afectar a alguna vivienda en estas urbanizaciones, aunque no se produjeron daños personales y tampoco se vio afectado el Monasterio de Santo Espíritu, cercano a la urbanización de Santo Espíritu. Las poblaciones cercanas de Albalat dels Tarongers y Segart también fueron alertadas. Algunos vecinos desalojados relataron que durante la noche llegaron a pasar «miedo» por la cercanía de las llamas que «llegaban muy altas por algunos lados» y explicaron que oían a los bomberos llamar a los vecinos de la urbanización para que salieran.