Valencia

Fabra exige a Santamaría y Alonso que apoyen la reforma del Estatuto sobre la inversión

Alfonso Alonso evita comprometerse y asegura que el PP lo decidirá antes del debate

Alberto Fabra recibe a Soraya Sáenz de Santamaría.
Alberto Fabra recibe a Soraya Sáenz de Santamaría.larazon

GANDIA- El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, aprovechó ayer la visita de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y del portavoz popular en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, para reclamar más inversiones en la Comunitat.

Mientras el plenario de la escuela nacional del PP en Gandia debatía sobre política europea, en el salón contiguo el jefe del Consell, el secretario general del PPCV, Serafín Castellano, el síndic popular, Jorge Bellver y el vicepresidente del Consell, José Císcar, pedían «de manera contundente» a Alonso el apoyo del grupo para aprobar el próximo martes en las Cortes generales la reforma del Estatuto autonómico para garantizar la inversión estatal en función de la población de la región en relación con el conjunto del país, la denominada «cláusula Camps». El debate, que debía haberse producido antes de verano, se pospuso al carecer el PP de portavoz para defender la reforma, ya que coincidió con la salida de Rafael Blasco.

Alonso, por su parte, echó balones fuera y evitó comprometerse a votar a favor, pese a la insistencia de Fabra, que reivindicó que la reforma fue aprobada por el PP y el PSPV. Según el portavoz del grupo popular en el Congreso, la decisión se adoptará el mismo martes por la mañana, antes del debate parlamentario.

Quien sí se sirvió de su discurso público para reivindicar los intereses valencianos fue una vez más el presidente provincial del PP valenciano, Alfonso Rus. En el tono que acostumbra, volvió a exigir al Gobierno el pago de la deuda histórica, que cifró en 11.000 millones.

«Soy valenciano, del PP, pero valenciano y hay que reivindicar lo que nos toca ante quien haga falta. Si nos dieran lo que les dan a otros nos sobraría el dinero». Sus palabras, sin embargo, recibieron únicamente una tímida respuesta por parte de la número dos del equipo de Mariano Rajoy. Para ella, ya no es el momento de «pedir fuera lo que uno no puede organizar dentro». Sáenz de Santamaría insistió en que el ciudadano no valora a aquel que más pide, sino al político que es capaz hasta de renunciar a alguna competencia si ésta no genera beneficios para la sociedad.

En cualquier caso, Rus apostó por aplicar los criterios de la economía doméstica en las Administraciones públicas, «con rigor, trabajo, honradez y sentido común». En esta línea, defendió su gestión al frente de la Diputación de Valencia, donde primero «hace y luego dice». Hizo así un juego de palabras con el lema de la cita popular «dicho y hecho». «Dijimos que habría trabajo y tenemos que cumplirlo, porque por eso nos votaron. Sé que es difícil, pero hay que dar soluciones a las personas», insistió.

Por otra parte, el líder provincial apostó por expulsar al político corrupto una vez que el juez dicte sentencia y no en el momento de la imputación, como defiende el presidente Fabra. «A todos no se nos puede meter en el mismo saco».

El secretario general del PPCV, Serafín Castellano, criticó que algunos quieran utilizar la justicia con fines políticos.

Escuela en primera línea de playa

La llegada de varios ministros del Gobierno al hotel en el que se celebraba ayer la primera jornada de la escuela nacional del PP fue excusa más que suficiente para que muchos abandonaran la piscina para acercarse, incluso en bañador, a los miembros del Ejecutivo central. La más paciente, la titular de Empleo, Fátima Báñez, que se paró para fotografiarse con todo aquel que se lo demandaba. Hoy la escuela continuará con un debate sobre regeneración política.