Sanidad

Frente común en defensa de la sanidad valenciana

Fabra y Barberá alaban el sistema público frente a los «demagogos interesados»

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá inauguraron ayer la casa Ronald McDonald en Valencia, que acogerá a 16 niños enfermos y a sus familias mientras reciben tratamiento
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá inauguraron ayer la casa Ronald McDonald en Valencia, que acogerá a 16 niños enfermos y a sus familias mientras reciben tratamientolarazon

Frente a «demagógicas, interesadas, políticas y falsas declaraciones» vertidas recientemente «en algún espectáculo inadecuado, inoportuno, innecesario e interesado», la Administración pública defendió ayer la sanidad valenciana.

Frente a «demagógicas, interesadas, políticas y falsas declaraciones» vertidas recientemente «en algún espectáculo inadecuado, inoportuno, innecesario e interesado», la Administración pública defendió ayer la sanidad valenciana. Lo hizo primero la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, con estas palabras y alguna otra más de agradecimiento a los profesionales sanitarios, y lo ratificó minutos después el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, al señalar que este colectivo lo único que busca es «ayudar a todas las personas».

El escenario elegido para la defensa de la red pública fue uno de sus estandartes. Allí, junto al nuevo hospital La Fe de Valencia se levanta la residencia Ronald McDonald para niños enfermos que ayer inauguraron ambos.

El centro acogerá a partir de hoy hasta 16 niños enfermos y sus familias durante el periodo que dure su tratamiento. Así, se les facilita el contacto permanente y se evita a los padres el continuo ir y venir. Supone también un ahorro para aquellos que, no residiendo en la capital valenciana, no pueden permitirse pagar un hotel o el alquiler de una casa durante su estancia.

La Casa Ronald McDonald de Valencia -existen otras dos, en Málaga y Barcelona- se levanta sobre una parcela de 1.100 metros cuadrados cedidos por la Generalitat junto al Hospital La Fe, en el barrio de Malilla.

Se trata de un «nuevo hogar fuera del hogar» cuya inversión supera los 2,5 millones de euros, cantidad que aporta la Fundación de la multinacional de comida rápida.

El edificio se ha diseñado con el objetivo de proporcionar la máxima comodidad a los niños enfermos y a sus familias, por lo que se ha construido con materiales, formas y colores que le confieren un ambiente agradable, cálido y hogareño. En el exterior se encuentra la zona de aparcamientos, un espacio de convivencia al aire libre y una zona de juegos con jardín.

Las habitaciones individuales están personalizadas con un color distinto y se les ha asignado una mascota a cada una de ellas. Los niños cuentan además durante su estancia con el apoyo de ocho profesores para sus distintos niveles de enseñanza.

El futuro de la vieja La Fe

Responsables de la Conselleria Sanidad se reunirán con los del Instituto Nacional de Seguridad Social y el Ayuntamiento de Valencia para definir cuál será el destino que se va a dar a las instalaciones y los terrenos del antiguo hospital La Fe de Campanar. Así lo anunció ayer el secretario autonómico de Sanidad, Manuel Escolano, durante su comparecencia en Les Corts, aunque matizó que antes habrá que concluir el traslado definitivo al centro de Malilla, parte del cual todavía tiene obras pendientes. Por ello, el antiguo hospital aún mantiene en activo un laboratorio, un área de hospitalización de media y larga estancia y un punto de atención de urgencias 24 horas con SAMU. Al respecto, el grupo socialista criticó que el traslado se hizo de forma precipitada y provocó que se alejara de la atención sanitaria a 300.000 personas, que ahora tienen muy difícil llegar hasta Malilla en transporte público. Escolano admitió tal hecho, pero se comprometió a mejorar las conexiones.