Política

Iñaki Zaragüeta

Giro radical

La pérdida de la Generalitat Valenciana para quienes han sustentado el poder durante estos últimos cuatro años, si llega a producirse como vaticina la encuesta que publica hoy LA RAZÓN, no haría más que confirmar el fracaso de unas políticas contra los derechos de los ciudadanos

La Razón
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La pérdida de la Generalitat Valenciana para quienes han sustentado el poder durante estos últimos cuatro años, si llega a producirse como vaticina la encuesta que publica hoy LA RAZÓN, no haría más que confirmar el fracaso de unas políticas contra los derechos de los ciudadanos

La pérdida de la Generalitat Valenciana para quienes han sustentado el poder durante estos últimos cuatro años, si llega a producirse como vaticina la encuesta que publica hoy LA RAZÓN, no haría más que confirmar el fracaso de unas políticas contra los derechos de los ciudadanos y la decepción de un buen número de ellos por no haberse cumplido las expectativas generadas. La bajada esperada de escaños por parte del PPCV, de 31 a 27, es compensada por la subida de Ciudadanos, de 13 a 16, y la irrupción de Vox con ocho. Una situación que se revierte en contra de la izquierda, pues el aumento de del PSPV de Ximo Puig, de 23 a 27, no es seguida por el retroceso de Compromís y Podemos. El primero de 17 a 15 y el segundo de 13 a 6. El logro de la mayoría absoluta por PPCV, Cs y Vox provocaría un cambio sorprendente al menos hasta hace cuatro meses, antes de las elecciones andaluzas cuando el gobierno del Botànic se mostraba seguros en su renovación.

¿Por qué este giro tan drástico e imprevisible?. Muchas son las razones, pero estoy convencido de que han producido su efecto el control de la educación, el empeoramiento de la sanidad y la dejación en los servicios sociales, junto a la radicalización en la imposición de gestos radicales e inoportunos para la sociedad actual que desea la tranquilidad y la unidad.

El Consell de Ximo Puig recogería los frutos de haber eliminado la libertad de los padres para elegir el colegio de sus hijos, del adoctrinamiento hacia el catalanismo, del deterioro de las listas de espera producto de la supresión de la gestión privada en la sanidad pública y del olvido a pagar puntualmente a diferentes colectivos sociales, entre otros.

Ciudadanos tendría que decidir, después de no superar al PP, si apoyar y sumarse a un Gobierno mediante acuerdo con Vox, como en Andalucía, o provocar con su abstención una segunda vuelta para adherirse al PSPV de Ximo Puig, lo que satisfaría grandemente a éste y decepcionaría a la mayor parte de sus votantes. Así es la vida.