Valencia

Grezzi culpa del fraude en exclusiva a la trabajadora despedida y al banco

El PP pide la declaración de la empleada cesada y denuncia “oscurantismo y mala fe” en la comisión que investiga el caso

Catalá ha mantenido hoy un encuentro con los representantes de la Federación Empresas de Ocio y Turismo de la Comunitat Valenciana (FOTUR)
Catalá ha mantenido hoy un encuentro con los representantes de la Federación Empresas de Ocio y Turismo de la Comunitat Valenciana (FOTUR)larazon

El PP pide la declaración de la empleada cesada y denuncia “oscurantismo y mala fe” en la comisión que investiga el caso

El concejal de Movilidad de Valencia y presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, ha responsabilizado en exclusiva a la trabajadora despedida de que se llevara a cabo un fraude que ha acabado con el robo de más de cuatro millones de euros. La responsable de Administración envió un PDF al banco -CaixaBank- para que se hicieran las transferencias “sin poner la firma mancomunada de los que están por encima”, ha relatado hoy el edil.

“En ningún caso” una empleada que está por debajo puede ordenar transferencias, defiende el concejal de Compromís, quien afirma que los superiores de esta “nunca han tenido la posibilidad de decidir” si se hacían o no las transferencias con que se cometió el pufo.

En teoría, según ha explicado, por encima de ella se sitúan la responsable de Finanzas y la jefa de Gestión, María Rayón, esta última con firma mancomunada junto al director gerente de la EMT, Josep Enric García Alemany, para ordenar los pagos.

Según publica hoy el diario Valencia Plaza, un informe interno de la EMT limita la responsabilidad, además de a los autores de la estafa, a la que era jefa de Administración y a Caixabank como responsable “subsidiaria”.

Mientras tanto, la comisión de investigación que trata de averiguar cómo se produjo la estafa se mantiene pese a que el grupo popular municipal ha denunciado irregularidades en ella. Así, la portavoz del PP en el Ayuntamiento, María José Catalá, ha acusado hoy a Grezzi, de “oscurantismo y de mala fe”, ya que el acta que han remitido del pasado Consejo de Administración del día 7 de octubre se ha incorporado el otorgamiento de poderes a favor del gerente para realizar operaciones económicas.

“No pueden incorporar en un acta un asunto que ni estaba en el orden del día ni se debatió en el pleno del Consejo de Administración”, por eso los consejeros por parte del Partido Popular no firmarán el acta.

Catalá también critica que no haya responsabilidades políticas en un asunto que deja maltrechas las arcas municipales. “Solicitamos el cese o la dimisión del señor Grezzi desde el primer momento. No cuela que después de una estafa de cuatro millones de euros no haya ningún responsable político que no asuma que es momento de dar un paso atrás.”

Asimismo, ha recordado que hay muchas preguntas por hacer como, por ejemplo, por qué nadie miró el saldo bancario en 20 días, y, por eso, “es necesario más que nunca la transparencia. Reiteramos que la comisión de investigación sea en el pleno del Ayuntamiento y que sea pública”.

Catalá ha solicitado a la EMT la declaración o la manifestación, si la hubiera, de la trabajadora despedida. “Entendemos que el día que la despidieron ella alegaría algo y por eso pedimos que nos soliciten esa información, para conocer la versión de la trabajadora que está siendo utilizada por Grezzi y por la cúpula directiva como la cabeza de turco de esta estafa algo que los sindicatos también están criticando”.

“Hachazo fiscal”

Catalá ha mantenido hoy un encuentro con los representantes de la Federación Empresas de Ocio y Turismo de la Comunitat Valenciana (FOTUR) para hablar de la subida de impuestos prevista por el Gobierno local de Joan Ribó. Según ha explicado la popular, el sector del turismo y el ocio va a sufrir un triple “hachazo fiscal” con la subida del IBI un 13 por ciento, el incremento entre el 75 y el 128 por ciento en la tasa de mesas y sillas de las terrazas y la subida del 105 por ciento de la tasa del alcantarillado en el recibo del agua. Como ejemplo ha expuesto que en un restaurante de Valencia con un consumo bimensual de 314 metros cúbicos, la parte del recibo que depende del Ayuntamiento, siendo bimensual, ahora asciende a 95,12 euros. Tras la subida, en 2020, con el mismo consumo, este restaurante pagará por la parte que corresponde únicamente al Ayuntamiento 318 por ciento, también de forma bimensual, lo que supondrá una subida de más de 1.300 euros al año.

“Todo no es subir impuestos, al contrario, habría que bajarlos a un sector que genera turismo y empleo”, ha señalado al respecto el presidente de Fotur, Víctor Pérez, quien pronostica que “el disgusto vendrá en enero, porque la campaña de Navidad es una burbuja” y los empresarios aún no son conscientes de las repercusiones de la subida.