La lluvia y las protestas no empañan la primera «mascletà» de 2013

Que las Fallas de 2013 van a ser distintas es indiscutible. En la primera «mascletà», la disparada ayer por la pirotecnia Peñarroja de la Vall d'Uixó, ni la lluvia pudo con las ganas de fiesta, música y espectáculo de todos los que se acercaron a la plaza del Ayuntamiento.

Aunque la incertidumbre sobre el mal tiempo se mantuvo durante toda la mañana, al final fueron más las ganas de iniciar, como toca, las fiestas de este ejercicio.

Unas emocionadas y «novatas» Begoña Jiménez y Carla González, falleras mayores de Valencia, unieron sus voces para invitar al «señor pirotécnico» a que diera comienzo tal espectáculo de color, humo y ruido, mucho ruido. Y así fue. Emulando el ritmo de una procesión de Semana Santa y con una gran apoteosis final, la pirotecnia de José Vicente Nebot Peñarroja, que ha disparado en dieciséis ocasiones en Fallas, puso el listón muy alto e hizo vibrar a todos los valientes que, paraguas en mano, acudieron al epicentro de la fiesta.

Una «mascletà» solo empañada por los pequeños grupos de ciudadanos que decidieron manifestarse y pitar contra los políticos y la corrupción. Desde el balcón del Consistorio se pudieron leer pequeños carteles con lemas como «PP ladrones» o «Vivan las fallas, fuera los corruptos», que eran levantados en alto en señal de protesta, así como pancartas en que exigían «Una educación pública y de calidad» y «Basta de recortes laborales en el Ayuntamiento».

Junto a ellos, una veintena de empleados de RTVV con chalecos rojos y paraguas con el lema «No al ERE», quienes también protestaban por la situación del ente autonómico.

Sin embargo, las peticiones a través de las redes sociales, realizadas por el organismo anónimo «Intifalla» no surgieron el efecto deseado y se quedaron en meras anécdotas frente a los que sí acudieron a disfrutar del espectáculo. Hoy será el turno de la pirotecnia de los hermanos Ferrández de Murcia.

Al acabar el disparo, la alcaldesa Rita Barberá aseguró que la gente se animó a ir a la plaza porque «tiene ganas de fiesta» y que las protestas las pueden hacer durante las más de tres mil manifestaciones que hay al año.

Además, afirmó que, a pesar de no tener el mejor ánimo por el reciente fallecimiento de su madre, intentará contribuir para que sean las mejores fiestas.