La pirotecnia Europlà despide las mascletás con mucho color y ruido

La lluvia que empezó a caer en Valencia al inicio de la mascletá no impidió que el disparo que puso el colofón al ciclo fallero de 2016 llevase a Valencia al delirio colectivo con una oleada de color, ritmo y potencia, culminada por un abrumador final, firma de la pirotecnia Europlà.

Bajo un manto de paraguas como última estampa pirotécnica de la plaza del Ayuntamiento, se vio a un público entregado, que aplaudió con fervor el final de un espectáculo con el que la empresa de Bélgida (Valencia) consiguió lo pretendido, hacer vibrar el suelo y que temblara el cielo.

Así lo explicó el director comercial de la empresa, José Gallart, que calificó la mascletá, en la que quemaron 183 kilos de material reglamentado, de «abrumadora, atronadora, supercompacta, con una duración de seis minutos y sin ningún hueco sonoro en ningún momento».

Lo mejor, a su juicio, su característica secuencia final «extrema» en la que en apenas diez segundos se lanzaron al cielo casi 19.000 descargas de trueno, que llegaron a superar los 130 decibelios de sonido, y con la que consiguieron «que vibrara Valencia y temblara el cielo».

Ese final se inició «con una aceleración por toda la plaza, llena de descargas, y ese es el final característico de Europlà, nuestra firma», según dijo el empresario, quien apuntó que solo los últimos cinco segundos quemaron en torno al quince por ciento del material.

Europlá, que dispara en Valencia desde 1999, se estrenó este año en el espectáculo del día 19 que contempla disparar la Nit del Foc, la última mascletá y la Cremà.