Agricultura

La sequía deja sin pastos a la ganadería

La Unió de Llauradors alerta de que en Castellón están les están llevando agua para que los animales puedan beber

Las lluvias de finales del año pasado y principios de este no fueron suficientes para subir aumentar las reservas
Las lluvias de finales del año pasado y principios de este no fueron suficientes para subir aumentar las reservaslarazon

La Unió de Llauradors alerta de que en Castellón están les están llevando agua para que los animales puedan beber

La situación de sequía extrema que atraviesa la Comunitat Valenciana es calificada ya por el sector agrario y ganadero como de alerta. Tanto es así que algunas granjas del norte y el interior de Castellón están necesitando que se les lleve agua para que beban los animales, con el añadido de que este año las temperaturas han sido altas hasta bastante avanzado el otoño, por lo que los animales necesitaban beber más.

Así lo aseguró ayer el secretario general de La Unió de Llauradors i Ramaders, Ramón Mampel, quien indicó que en algunos puntos se han quedado ya sin pastos para el ganado debido a la falta de agua. Por este motivo, los ganaderos han tenido que comprar, con el coste añadido que ello conlleva, forrajes y piensos.

Mampel, quien ayer mantuvo el tradicional almuerzo navideño con la prensa, recordó que la Comunitat atraviesa desde hace cuatro o cinco años un duro periodo de sequía que se vio aliviado únicamente por las intensas lluvias de finales del año pasado y principios de este.

No obstante, las pérdidas en los cultivos se han hecho de notar. En el caso de las vides, por ejemplo, esta cosecha ha sido escasa, y lo será también en el de las aceitunas. Por estas razones, el secretario general de La Unió pidió a las Administraciones medidas que palíen la situación de alguna manera.

Además, advirtió de que si no llueve próximamente, la primavera y el verano serán más que complicados, puesto que las reservas están bajo mínimos.

Pérdidas millonarias

Según el informe presentado ayer por la organización agraria, la falta de agua y los diversos siniestros climatológicos ocurridos a lo largo de este año, han causado unas pérdidas en el campo valenciano superiores a los 304 millones de euros. El estudio señala que mes a mes «los siniestros han sido continuos y los daños climatológicos o la incidencia de la sequía en las cosechas y ganado se cifran en unos 204 millones de euros, a los que habría que añadir otros cien millones por los problemas ya endémicos de sequía estructural que padecen algunas zonas, fundamentalmente las situadas en el sur de Alicante».

El mes de enero de este año fue el peor por los daños climatológicos, con una cifra de 84,5 millones de euros en concepto de indemnizaciones por siniestros de pedrisco, frío, lluvias y viento que afectaron de forma generalizada a todos los cultivos. Otro mes en el que se produjeron grandes daños fue junio, con cerca de 26 millones en indemnizaciones por pedrisco en cítricos, fruta y viña.

Las lluvias de octubre causaron también unas pérdidas de 17,7 millones de euros por lluvias, fundamentalmente en la uva de mesa y en noviembre la cifra fue de diez millones de euros por las heladas en el caqui. La campaña de este último cultivo está transcurriendo con un aumento del consumo y la recuperación de los precios.