La Universitat cambia el criterio para adjudicar un contrato de 28,6 millones

En el anterior concurso una compañía podía acceder a un máximo de dos lotes, pero ahora puede ganar hasta cinco de los seis por lo que se teme que una gran empresa se quede con la mayoría de ellos

Un cambio de criterio por parte de la Universitat de Valéncia en un pliego de adjudicaciones ha sembrado cierta alarma en empresas interesadas en acceder a las mismas. Ello se debe a que el pasado 19 de febrero se publicó el nuevo concurso para el mantenimiento de varios de los centros de la Universitat, por valor de 28,6 millones de euros, con una modificación importante con respecto al concurso de hace cuatro años.

En esta ocasión, el número máximo de lotes a los que puede aspirar una misma empresa es de cinco -de un total de seis-, es decir, una sola empresa podría ganar el mantenimiento del Campus de Blasco Ibáñez (2,4 millones de euros), el de Burjassot (1,7 millones de euros), del de Paterna (1,6 millones de euros), el de Tarongers (Docencia e Investigación), con un valor de 1,9 millones de euros y el de Tarongers (Servicios) por dos millones de euros, siendo incompatibles todos estos con el lote de Cogeneración, que sale a concurso por 1,4 millones.

Por contra, en el anterior concurso, publicado el 31 de julio de 2014, existían más incompatibilidades entre los lotes, de manera que un compañía no podía acceder a más de dos de estos centros. En aquella ocasión, resultaron vencedoras dos empresas: Ferrovial Servicios S. A., empresa especializada en obras públicas, y la empresa Vareser 96, S. L., esta última valenciana.

Mientras tanto, un total de 19 empresas han presentado sus ofertas al actual concurso, cuya duración, como el anterior, es de dos años prorrogables a cuatro. De todas estas compañías, solo seis pertenecen a la Comunitat Valenciana.

En el sector se empieza a temer que el concurso, modificado por la nueva Dirección y que se resolverá en breve, premie o privilegie a aquellas grandes empresas que son capaces de presentarse a varios lotes y con una mayor capacidad competitiva.

De esta forma, y puesto que no existe prácticamente un límite de lotes a los que aspirar, sería probable que una de estas grandes empresas se quedara con los cinco lotes compatibles entre sí, contradiciendo de este modo, según estas mismas fuentes, la actual ley de contratos del sector público, en la que se prima la división por lotes de los grandes contratos con las Administraciones públicas.