Lactancia mixta hasta los seis meses

Algunas madres necesitan suplementar con fórmula, ¡bienvenida sea!, pero debemos apoyarla y eliminar comentarios como los que les recuerdan que su bebé es delgado

Que difícil, pero ¡lo supere! Este artículo es un reconocimiento a todas las Tatianas, Aranchas, Cristinas, Marías o Davinias que por el camino me he ido encontrando y tanto me habéis enseñado sobre el amor de la madre que lacta. Madres que se enfrentan a duras críticas y pese a ello continúan lactando. Atemorizadas y concienciadas por las voces críticas de que no van a ser capaces de alimentar a su bebé con la leche que producen y tendrán que recurrir a suplementar con fórmula, se plantean si realmente lo están haciendo bien.

La báscula se ha convertido en una obsesión para ellas, utilizándola más de lo que deberían, a pesar de que el percentil de peso no se mueve de su línea de crecimiento. Cada niño tiene el suyo, tanto de peso como de talla, hay niños gorditos y delgados, bajos y altos. Nadie se empeña en que un niño con un percentil 3 de talla llegue al 50, ¿porque lo hacemos con el peso?, acaso hay que vender al niño a peso... de pequeños gorditos, de mayores delgados. Gordos o delgados lo prioritario es que estén sanos.

La madre continúa lactando a pesar de los pesares y de las duras críticas de profesionales, familiares, que por si a la madre se le olvida, le recuerdan lo delgada que esta su criatura. Se pueden imaginar cuánto daño se les está haciendo, cuantas lágrimas derraman por algo que necesita de apoyo y un poco de empatía. «Estas matando a tu bebé de hambre», «mira que delgado está», «no para de llorar de hambre», «¿por qué no le das el biberón ya?», «mañana vienes a pesarlo y si no ha ganado le aumentamos el biberón».

Esto y más, es lo que oyen las madres que se encuentran en esta situación. ¡Podemos actuar de forma diferente! El bebé no siempre llora de hambre. Si crees que tiene hambre puedes ponerlo más veces al pecho. Hay muchas cosas que se pueden hacer. Se debe ajustar la cantidad de leche de fórmula que tu bebé necesita, ver cómo hace las tomas al pecho o sacarte leche para aumentar la producción y dársela al bebé como suplemento. En cualquier caso, si el bebé sigue su curva de percentil está bien. Además, no se consigue nada asustando a las madres que necesitan ayudas, lo que necesitan es apoyo.

Algunas madres precisan suplementar con fórmula y bienvenida sea, para eso está. La madre que requiere suplementar es una heroína, una campeona, la lactancia materna puede que sea complicada en sus inicios, pero luego es cómoda. Sin embargo, la madre que suplementa debe de llevar, leche, agua, biberones... Encima no la carguemos emocionalmente. Reforcemos su lactancia, cualquier madre desea poder dar lactancia materna exclusiva.

Protejamos su decisión y ayudémosla. Enfaticemos: seguro que podrás dar lactancia materna «exclusiva», cuando inicies la alimentación complementaria, ya irás quitando la fórmula a medida que el bebé coma otros alimentos.

Empoderemos: imposible que lo hagas mejor. Tu bebé recibe la leche de fórmula que le ayuda a alimentarse, más tu leche que además de alimentarle le proporciona defensas y todo el cariño de su madre.

Quiero resaltar el apoyo que muchos profesionales dan a la lactancia, pero sigue siendo escasos. Cuando seguimos oyendo, «quise amamantar, pero no pude», significa que el apoyo está fallando. Hace falta más formación para que la mujer no abandone el hospital tras el parto con biberones de fórmula, la atención profesional a los problemas de lactancia es prioritaria y debe recaer en manos de profesionales expertos, los gestores de los servicios de salud deberían plantearse disponer de personal cualificado para poder seguir avanzando.