Arquitectura
Levantar todo el «trencadís» de Les Arts costará tres millones de euros
Los trabajos de reparación del revestimiento del Palau de les Arts comenzarán hoy mismo. Sin más demora. Tal y como adelantó LA RAZÓN, el Consejo de Administración de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) acordó ayer proceder a arrancar toda la superficie de «trencadís» del edificio ante el elevado riesgo de desprendimiento de la capa de azulejos. Los trabajos costarán tres millones de euros que la Generalitat reclamará al responsable del desastre, bien sea de manera amistosa o judicial y a la constructora, al arquitecto Santiago Calatrava, a la ingeniería que supervisó el proyecto o a los tres.
El conseller de Economía, Máximo Buch, desgranó ayer los detalles del informe realizado por el Instituto Tecnológico de la Construcción (Aidico) y que viene a confirmar que la técnica utilizada para cubrir de «trencadís» la parte superior del Palau fue rematadamente equivocada. «Es como querer alicatar la superficie de un barco», apuntó Buch.
La única solución al problema, como vienen apuntando los expertos desde que hace casi un año se detectasen los primeros abombamientos, es quitar toda la superficie de azulejos. Cacsa decidió ayer ejecutar esta actuación en dos partes.
La primera ya se ha adjudicado por procedimiento de urgencia a la empresa constructora Bertolín y costará 1.100.000 euros. En esta fase se procederá a cubrir todo el edificio con una malla y a quitar el revestimiento cerámico de la parte que afecta a la entrada del edificio y del extremo más cercano al Museo de las Artes, donde Disney ya ha comenzado a preparar el rodaje de «Tomorrowland». Estos trabajos estarán terminados para el próximo 15 de febrero, de tal manera que la siguiente ópera programada, «L' italiano in Algeri» de Rossini, el recinto será seguro.
Por cada representación anulada, Cacsa pierde 623.000 euros. Esta cantidad corresponde al coste de las entradas, puesto que no indemniza a las compañías porque se trata de causa mayor.
En la segunda fase, cuya licitación se sacará por 1.900.000 euros, se acabará de desnudar la bóveda y se pintará de blanco, a la espera de que alguien garantice que existe una técnica que consigue mantener el «trencadís» adherido sobre una superficie de metal.
Buch incidió en que los costes de estas obras los asumirán los responsables de la obra. La Abogacía de la Generalitat prepara una demanda por daños y prejuicios contra todos los que intervinieron en el proceso, aunque prepara una aparte para la ingeniería Intemac que, además de supervisar la construcción, fue la que garantizó que no habría desprendimientos.
Calatrava telefoneó ayer al conseller Buch y solicitó una reunión con todas las partes implicadas. El encuentro podría producirse el viernes. Es la primera vez que el arquitecto habla directamente con la Generalitat desde que se detectaron los desperfectos.
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