Los alicantinos demuestran su fe a la Santa Faz en la tradicional romería

Horas antes de que comenzase oficialmente la peregrinación a la Santa Faz, a las ocho de la mañana, miles de alicantinos comenzaron a caminar hacia el monasterio. Unos 270.000 peregrinos completaron ayer este recorrido que finaliza en el monasterio de la Orden de las Hermanas Clarisas.

Muchos de ellos quizás participaron por primera vez, motivados por la declaración de «Año Jubilar» otorgada por el Papa Benedicto XVI semanas antes de la renuncia. Esta concesión se suma a la dada a la reliquia alicantina en febrero de 2012 cuando se otorgó indulgencia plenaria a los peregrinos hasta 2019. De hecho, desde que en 1940 el Papa Inocencio VII concedió gracias espirituales a quienes visitaron el templo de la Santa Faz, son muchos los pontífices que han reconocido su importancia.

Por todos estos motivos, la alcaldesa de la ciudad, Sonia Castedo, y el obispo de Orihuela- Alicante, Jesús Murgui, anunciaron ayer que hoy enviarán sendas cartas al Vaticano para invitar al Papa Francisco a que visite el monasterio de la Santa Faz.

Castedo aseguró que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien será recibido el próximo día 15 por el Papa, también tiene una copia de la misiva y que le hablará de esta petición.

La alcaldesa remarcó que la ciudad está preparada para a «corto, medio y largo plazo» recibir al Papa con unas celebraciones «sencillas y humildes», en consonancia con el carácter de Francisco.

El obispo de Orihuela- Alicante cree que vale la pena cursar la invitación «pronto» para dejar claro el interés de la capital y del obispado de Alicante- Orihuela desde el principio de su Pontificado. En cualquier caso, dijo ser consciente de que la respuesta «puede tardar mucho».

A la peregrinación acudió el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, así como varios miembros del Consell y el subdelegado del Gobierno en Alicante, Alberto Martínez.

Fabra destacó que esta romería «es un sentimiento de devoción, de compromiso con las tradiciones, de comprobación de la fuerza de un pueblo que saber ir unido».

Como viene siendo habitual, los representantes de los partidos de izquierdas quisieron separarse de la parte religiosa de esta celebración y participaron mediante una «comitiva cívica» .