Comunitat Valenciana
Los olivos de Castellón llegan a los cines de la mano de Bollaín
Estos árboles milenarios son los protagonistas de la última película de la directora
Hace diez años Paul Laverty, un guionista irlandés, leyó en el periódico la historia de un olivo milenario de la provincia de Castellón que, con sus nueve metros de diámetro y años de historia encima, había sido vendido por doce mil euros. Laverty se quedó con aquella historia en la cabeza y años después decidió hacer una película con ella. Al poco tiempo, él y la directora de cine Icíar Bollaín ponían sus pies en Castellón para conocer in situ la trama de los olivos que eran arrancados con o sin el permiso de sus dueños, y llevado a cientos de kilómetros para servir como decoración en suntuosos jardines.
De esto hace ya cuatro años, un tiempo en el que Laverty ha visitado periódicamente los cultivos de olivos de la zona, tanto que ha llegado a convertirse en uno más de estos cientos de productores de aceite. Uno de ellos es Ramon Mampel, secretario general de La Unió de Llauradors i Ramaders y pionero en la lucha para proteger estos árboles.
Hace 30 años que empezó esta batalla. Mampel, de la mano del anterior secretario de La Unió, el mítico Joan Brusca, buscaron ideas e iniciativas para generar en la gente aquel sentimiento de protección y pertenencia con los olivos, de forma que no se permitiera su arranque.
Surgieron rutas turísticas para conocer esta vegetación, en las que se aprovechaba también para presentar el patrimonio histórico de la zona; artistas castellonense pintaron y esculpieron obras de arte inspiradas en los olivos que luego se exponían; la Diputación de Castellón publicó el libro «Olivos de Castellón» que fue distribuido por todo el país. Y un sinfín de actividades que tenían como fin preservar este bien ambiental.
El final de la lucha llegó con la aprobación de la Ley de patrimonio arbóreo de la Comunitat, única en España, y que prohíbe el arranque de los árboles milenarios. Mampel se emociona al recordar toda esta trayectoria, con la que se consiguió conservar entre seis y siete mil olivos en la zona, y que han permitido que incluso los cineastas pongan sus ojos en ellos.
La historia de Bollaín es la de un abuelo, Ramón (en honor a Mampel) y su nieta, que recorre kilómetros para recuperar el olivo que le fue arrancado a su familia años atrás. La historia es verídica, y para interpretarla se ha elegido a lugareños, puesto que ellos son los que mejor la pueden contar.
Manolo Cuquella, del municipio de San Mateu, es el actor que interpreta al abuelo. «Hacía falta una persona que fuera de allí, y que tuviera las manos curtidas de trabajar en el campo, eso no se puede simular», explica Ramon Mampel.
Confían en que la película sirva para concienciar sobre la importancia de este patrimonio natural y reconoce que cuando empezaron con esta batalla, nunca podrían haber imaginado que llegarían hasta este punto. La película, que se estrena este fin de semana, será la embajadora mundial de estos olivos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar