Marzà dispara contra los concertados

La elección de enseñanza para los hijos es un derecho, no un privilegio

La política educativa del Gobierno valenciano vuelve a ser noticia. De nuevo el conseller Vicent Marzà ha hecho una de las suyas. Ha anunciado un decreto que atenta contra la libertad de enseñanza, contra la libertad de elección de los padres para la educación de sus hijos. Así lo explicaba acertadamente el martes el experto en Derecho educativo Jesús Muñoz de Priego, cuyas declaraciones publicábamos ayer en estas páginas.

Ahora son los centros concertados de enseñanza postobligatoria lo que se encuentran en el filo de la navaja, el objetivo de los disparos de Marzà. Estos colegios ya no podrán conocer si se les mantiene el concierto hasta poco antes de la admisión de los alumnos. Las demandas de las familias ya no conllevará la renovación automática. No bastará con que cumplan con el cupo de petición de plazas sino que dependerá de la voluntad de la Conselleria, del conseller Marzà, si se les otorga o no ese concierto. Que no es un privilegio, es un derecho de los ciudadanos, poder elegir la educación de sus hijos. La Administración está obligada a facilitar ese derecho.

A este paso sólo los ricos serán quienes puedan elegir la enseñanza y los colegios para sus hijos. Sólo lo podrán hacer quienes tengan recursos suficientes para pagar centros privados. Los demás a pasar por el aro de la enseñanza oficial que, ya se sabe, no es otra que la del pensamiento único, que es la práctica habitual en los países comunistas y totalitarios. Así es la vida.