Educación
Marzà se contesta a sí mismo que no ha podido subir la beca de comedor escolar
Como diputado instó al Consell a aumentar las ayudas, algo que como conseller no ha conseguido
El conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, ha comprobado en sus carnes que una cosa es predicar y otra muy distinta, dar trigo. Nunca mejor dicho.
El pasado 19 de junio de 2015, como diputado del grupo Compromís, firmaba junto a la también diputada Mónica Álvaro, una proposición no de ley en la que solicitaban «la ampliación del período de becas de comedor escolar a los meses de junio y septiembre» y en la que, además de lo propuesto en el enunciado de la misma, pedían también que se aumentara «el módulo de percepción de la beca en infantil, primaria y ESO, igualando éste con el precio máximo del menú escolar diario que la propia Conselleria establece en las bases que deberán regir la convocatoria para el próximo curso escolar 2015-2016».
Cinco meses después, es el ya conseller Marzà el que contesta al entonces diputado Marzà en una especie de desdoblamiento político parlamentario.
El ya miembro del Consell explica que respecto a la primera de las peticiones, él mismo firmó una resolución el 28 de agosto de 2015 por la que se modificaba la resolución anterior de 17 de junio de 2015, de su antecesora la consellera Català, por la que se convocaba la concesión de ayudas al comedor escolar en los centros educativos no universitarios públicos y privados concertados para el curso 2015-2016.
La modificación de Marzà tiene como resultado que los meses de junio y septiembre, durante los cuales no tiene horario lectivo de tarde, se computen a efectos de beca de comedor para que los escolares puedan seguir comiendo en el centro.
De este modo, Marzà se concede lo que se había pedido dos meses antes mediante una proposición no de ley.
Dónde no puede autocomplacer el conseller al diputado es en su segunda petición de aumentar «el módulo de percepción de la beca en infantil, primaria y ESO, igualando éste con el precio máximo del menú escolar diario que la propia Conselleria establece...»
Marzà se explica a sí mismo que «la dotación presupuestaria es limitada», algo que como diputado también debía suponer.
Y añade que «desde esta Conselleria se ha hecho un esfuerzo importante por garantizar las ayudas durante todo el periodo lectivo, pero no ha sido posible incrementar el importe de las mismas, que es de 3,94 euros o 2,76 euros, por alumno de segundo ciclo de infantil, primaria y secundaria obligatoria, estando el precio del menú limitado a un máximo de 4,25 euros».
Eso sí, se deja una puerta abierta para tratar de autocomplacerse en el siguiente curso escolar porque «en los Presupuestos de 2016 se ha incrementado la dotación presupuestaria para poder igualar en el curso 2016-2017, en el mayor número de ayudas, el precio que los usuarios han de pagar con el importe de la ayuda recibida».
El conseller del último momento
Cuando el diputado Marzà registró su proposición no de ley dirigida a la Conselleria de Educación quizá no sabía que unos meses más tarde tendría que autorresponderse frustrando la mitad de sus peticiones al no poder corresponder con un aumento de la beca de comedor que la iguale con el precio máximo del menú. El hoy conseller Marzà fue la segunda carta que jugó Compromís en el intercambio de cromos con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para conformar el Consell en virtud del Pacte del Botànic. La primera había sido Gràcia Jiménez, quien fue rechazada por el PSPV por su clarísima vinculación con los sectores catalanistas. Tras una indisimulada pugna entre Mónica Oltra y Enric Morera, la primera acabó ganando e impuso a Marzà como titular de la cartera de Educación.
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