Paso adelante de Bonig

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, tiene motivos para mostrarse eufórica tras la reunión en Madrid, en la que logró comprometer 60 millones de euros durante los próximos tres años para el contrato-programa del transporte metropolitano de Valencia. La operación presenta algunas circunstancias que la acercan a la condición de heroica.

La lideresa popular sentía esta aspiración como una cuestión personal ya que, como reproducía ayer Alicia Martí en esta misma página, el eterno ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se negó a satisfacerla cuando aquélla gestionaba la Conselleria de Infraestructuras en el Gobierno de Alberto Fabra. Ha tenido que llegar un Consell socialista para que Madrid vea con mayor sensibilidad las reclamaciones que se realizan desde su propio partido en la Comunitat Valenciana.

Por si no fuera suficiente, Los mandamases de Génova y Gobierno central han cedido ¡oh casualidad! ante la exigencia de diez millones de euros por parte de Ciudadanos para ese capítulo. De esta forma se han visto moralmente obligado a cumplir con los suyos. ¿Lo hubiera hecho sin el movimiento del partido de Rivera?.

Bonig ha dado un paso adelante. Lo demuestra la reacción de disgusto de PSPV y Compromís. La cuestión se centra ahora en ver si este giro significa un cambio de actitud para el futuro por parte de Madrid. El PPCV lo necesita –Rajoy y sus huestes aún más- porque, según cantan las encuestas, Cs reduce distancia a pasos agigantados. Algunas, incluso, ya la dan por anulada, aunque queda demasiado tiempo para las elecciones como para hacerlas definitivas. Pero son una tendencia. Acertarán si la tienen en cuenta. Así es la vida.