Comunitat Valenciana
PRESIDENTE, LOS PACIENTES SON SAGRADOS
Presidente, desde el cariño y el respeto que te profeso, te pido que mantengas colocado el mono de faena que te viste obligado a poner en el asunto del convenio con el IVO. Si te has desvestido, vuelve a vestirlo. Te lo pido, estoy seguro, en nombre de los miles de pacientes valencianos que cada año quieren poner el cuidado de una enfermedad como el cáncer, también la prevención, en manos de los extraordinarios profesionales de una institución que, desde hace 40 años, asiste a las personas del sistema público de salud.
Presidente, lo hago desde la convicción de que el objetivo de cualquier Gobierno, por supuesto del tuyo, se centra en que los ciudadanos se sigan beneficiando de lo que tienen a mano. Es un objetivo tuyo y un deber, un derecho de los contribuyentes y, también, de los que no lo son. Tengo la seguridad de que así lo percibes. Tanto, que te viste empujado a intervenir para evitar la catástrofe que se avecinaba y que, hoy por hoy, está sin resolver.
Presidente, ahora tenemos un problema, tú y nosotros. El generado por una señora, miembro de tu equipo y responsable del área, que ha decidido perjudicarnos, de paso a ti también, colocando cuantos más problemas estén en su mano, hasta impedir si es posible, que unos 5.000 valencianos cada año tengan acceso al IVO. Les hurta la posibilidad de un servicio, de una asistencia que nadie ha cuestionado jamás. Al contrario, el reconocimiento y prestigio del IVO es unánime en la sociedad valenciana y fuera de nuestras fronteras. Por el nivel de sus cuadros, por el acierto y por la celeridad de su atención. Y lo hace, para mayor inri, obviando los informes de la Abogacía de la Generalitat. No hay razón para cambiarlo. Lo que funciona no se toca.
Presidente, se trata de un ataque directo al paciente. Tú sabes que hoy por hoy el IVO es imprescindible para la sanidad pública valenciana. Imprescindible para todos. Excepto, al parecer, para la consellera de Sanidad, que da la impresión, además de ser la única enemiga, de organizar una conjura «el IVO acabará conmigo políticamente, pero yo lo hundiré antes».
Presidente, no esperes a la tragedia. Vendrá. Soluciona el problema. Quítale de la cabeza esa perniciosa idea. Al acabar con el IVO, sabes perfectamente con quién está acabando. Ha demostrado buscar, incluso de forma torticera, lo que tú habías logrado. No sé el tiempo que la consellera permanecerá en su cargo, es responsabilidad personal tuya. Eso sí, cualquiera que sea, resultará excesivo. Por el daño causado o que intenta causar. Así es la vida.
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