Valencia
¿Qué fue primero, el pezón o el chupete?
Si en lugar de darle el pecho, le ponemos un chupete, puede que se quede dormido, pero cabe la posibilidad de que se pierda una toma. Lo que chupa del chupete no lo toma del pecho
La succión es la necesidad fisiológica mayor del recién nacido, no solo para obtener el alimento sino también para calmarse, tranquilizarse, y entrenar los músculos de la boca. El bebé mientras mama tiene dos formas de succionar: la succión nutritiva y la no nutritiva. Los bebés combinan estas dos succiones para obtener el alimento.
La succión no nutritiva es superficial y rápida, es precursora de la nutritiva, y al final de la toma ayuda a relajar al bebé. Ese es el momento en el que oímos decir, «te está usando como chupete».
Sin embargo, eso no es cierto. Es al contrario. El chupete es usado en sustitución al pezón de la madre que no lacta. Evitar la succión no nutritiva del pezón es ponerle piedras a la lactancia por varios motivos.
En primer lugar, porque aumenta la producción de leche al estimular los receptores de oxitocina y prolactina situados en el pezón y areola.
Además, incrementa la cantidad de leche que toma el bebé, al caer pequeñas cantidades de leche en su boca producto del reflejo de eyección que se produce en la mayoría de las madres mientras tienen al bebé al pecho.
Si en vez de darle pecho, le ponemos un chupete, puede que se quede dormido, pero cuidado, también puede que pierda así una toma. «Lo que chupa del chupete no lo toma del pecho».
Pero hay más. El chupete puede provocar confusión de succión en el bebé. El chupete se coge con la boca más cerrada realizando un movimiento lingual consistente en adelantar la lengua hacia la zona de la encía superior, realiza movimientos de aspiración con las mejillas.
En cambio, para la succión del pezón la boca del bebé debe estar muy abierta. La lengua ejerce un papel fundamental ya que debe «ordeñar» la leche con una serie de movimientos rítmicos de mandíbula que se extienden hasta sus orejas, y sus mejillas no se hunden hacia dentro, sino que se ven redondeadas.
Proceso de maduración
Debido a que al nacer el cerebro del bebé se encuentra en un estado muy inmaduro (con sólo un 25 por ciento del volumen que alcanzará en el adulto), y como todo aprendizaje, es cuestión de tiempo que aprenda a diferenciar una succión de otra.
Pero cuidado, dije «puede» porque todos los bebés no son iguales. Todos no andan a la misma edad, por eso, los hay también (pero son los menos) que diferencian de inmediato una succión de otra.
Aquí ya viene la voz de la vecina experta. «¿Por qué no le pones chupete?... A mi hijo le di chupete y no tuve ningún problema, ganaba peso y no me dolía al darle de mamar, no tuve ni una grieta, ni mastitis, ni nada de nada...»
No sé si conviene arriesgar, los expertos, con el fin de evitar posibles problemas, no recomiendan su uso hasta las seis semanas de vida o más en el caso de que haya problemas de lactancia.
La lactancia materna debe ser protegida y promovida como la forma idónea de alimentación infantil.
Los chupetes solo deben de utilizarse en situaciones justificables y bajo la recomendación de un profesional sanitario que se preocupa de la protección de la lactancia materna.
Puede enviar sus preguntas a consultalactancia@larazon.es
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