Iñaki Zaragüeta

¿Quién es Óscar Gamazo?

Es la pregunta que le hicimos un grupo de cuatro personas a mi amigo Rogelio cuando nos contó que el exdiputado nacional del PP, hasta ahora un desconocido para mí, podría ser el causante de una crisis entre los asesores del grupo popular en la Diputación Provincial de Valencia

La Razón
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Es la pregunta que le hicimos un grupo de cuatro personas a mi amigo Rogelio cuando nos contó que el exdiputado nacional del PP, hasta ahora un desconocido para mí, podría ser el causante de una crisis entre los asesores del grupo popular en la Diputación Provincial de Valencia

Es la pregunta que le hicimos un grupo de cuatro personas a mi amigo Rogelio cuando nos contó que el exdiputado nacional del PP, hasta ahora un desconocido para mí, podría ser el causante de una crisis entre los asesores del grupo popular en la Diputación Provincial de Valencia.

¿Por qué? Porque desde la Dirección nacional de Madrid se ha dado la orden de incluirlo en ese cargo a costa de cualquiera de los que han sido ya designados. La minirevolución está prevista para después de las elecciones generales a las que, al parecer, estamos abocados. Eso sí, siempre en el caso de que Óscar Gamazo no obtenga el acta de diputado, como sucedió en los comicios del 28 de abril, al obtener el PP tan sólo tres escaños por la provincia de Valencia. Él ocupaba el cuarto lugar de la candidatura. Imagino que el binomio Pablo Casado-Teodoro García no moverá la lista en perjuicio de Belén Hoyo, Vicente Betoret o Luis Santamaría con la única finalidad de garantizarle el acta en el Congreso de los Diputados.

En consecuencia, hoy por hoy en el grupo popular de la Corporación Provincial reina un espíritu de desconcierto, temor y resignación a la espera de que se consume o no «otra cacicada» como la denominan entre los populares valencianos recordando las ya ejecutadas respecto a Cayetana Álvarez de Toledo y Javier Maroto. Evidentemente, si la cosa llegara a ramos de bendecir, la pregunta del millón es ¿quién será el sacrificado?. O sacrificada.

Para reponerse del susto y evitar el mal mayor, alguno hasta propone en tono jocoso acudir a diario y en grupo a rezar a la Virgen para el PP saque al menos cuatro. Así es la vida.