Sanidad crea un reglamento para vigilar los permisos del personal y evitar el fraude

valencia- Reducir el absentismo y evitar el fraude es uno de los principales ejes estratégicos que recoge el Plan de Ordenación de Recursos Humanos de la Conselleria de Sanidad que entró en vigor el martes. Y es que, según constatan análisis previos, éste es uno de los coladeros del presupuesto destinado a mantener el sistema público de salud.

La Generalitat ha tomado nota y ha establecido varias líneas de actuación. Así, no solo ha previsto mejorar los mecanismo de control para lograr que el absentismo por incapacidad temporal se adecue a las «necesidades clínicas reales», sino que elaborará un reglamento que regule los permisos y licencias, «asegurando un tratamiento homogéneo de las situaciones de ausencia en el trabajo en todos los centros de las mismas características». Es decir, dependiendo de si se trata de hospitales, centros de salud o de especialidades. La mayoría del personal afectado ostenta la categoría de estatutario, con un reducido porcentaje de funcionarios y laborales.

Jubilaciones bajo control

Un programa informático que facilite «información objetiva» sobre la dimensión de las plantillas, para adaptarlas a las necesidades existentes, o la renovación de los sistemas de selección, son algunos otros de los cambios previstos. En cuanto a esta última iniciativa, se prevé que el nuevo baremo para contratar «focalice los criterios selectivos sobre habilidades y competencias, además de conocimiento». De igual modo, se pondrá en marcha un nuevo procedimiento de selección del personal temporal con el fin de que sea más ágil a la hora de elaborar la lista de aspirantes a los puestos eventuales.

El estudio de la Conselleria evidencia un puñado de debilidades y amenazas del sistema entre las que destaca la insuficiencia de medios de incentivación profesional o el hecho de que existan diferencias salariales atendiendo al tipo de contrato suscrito y no al nivel de competencia. A esto se suma la dificultad para retener a los profesionales «en un entorno competitivo en el que se juega con diferentes reglas».

También se constata que se ha producido una feminización del sector, pues tres de cada cuatro trabajadores sanitarios son mujeres. Sin embargo, ellos siguen siendo mayoría en los puestos directivos. Por ello, antes de un año se aprobará un Plan de Igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito de la Conselleria de Sanidad.

Tratamiento aparte merece el asunto de los mayores de sesenta años. «Debe reseñarse la elevada edad media del personal de los distintos colectivos, con algunos que superan la media de 50 años -las especialidades de medicina nuclear, cirugía pediátrica o hematología presentan un porcentaje elevado de médicos entre 60 y 70 años-. Dada la importancia numérica de éstos con respecto a la plantilla total, «y la presión que sobre los mismos ejerce su actividad profesional», es necesario planificar su renovación. Además, se trata de un colectivo poco predispuesto a realizar guardias, con lo que Sanidad se ve obligada a «reclutar licenciados sanitarios para atenderlas mediante nombramientos de atención continuada», con lo que se produce un elevado coste económico añadido. No obstante, a pesar de esto «se cuenta con los mecanismos de relevo suficientes para cubrir las reposiciones como consecuencia de las jubilaciones».

Con todo, la Generalitat explica que este Plan de Ordenación de Recursos Humanos es un documento vivo susceptible de ser modificado atendiendo a las peticiones de los agentes sociales involucrados en el sistema sanitario público.