«Se está abusando de la Viagra y crea problemas»

Ferid Murad. NOBEL DE MEDICINA. Este farmacólogo descubrió el medicamento, casi por azar

Ferid Murad (Indiana, EE.UU, 1936) no sabía lo que tenía entre manos cuando, como médico y farmacólogo, empezó a manejar una nueva molécula que había dado buenos resultados para relajar los vasos sanguíneos. Hoy, la «pastilla azul» se vende en todo el mundo y diferentes laboratorios fabrican sus propios genéricos. Murad habla con LA RAZÓN desde Valencia. Él es uno de los 23 Premios Nobel que conforman el jurado de los Premios Jaime I.

– ¿Qué valoración tiene de estos galardones ?

–Estoy muy orgulloso de formar parte de este jurado porque sé que estos premios son muy relevantes en España.

–En 1998, las autoridades sanitarias de Estados Unidos aprobaron el uso de la Viagra, un fármaco contra la erección eréctil que hoy toman más de 35 millones de hombres. ¿Cómo lo descubrió?

–En realidad nuestro trabajo estaba dirigido a dar con una molécula que fuera capaz de dilatar los vasos sanguíneos y relajar el músculo. El óxido nítrico resultó ser clave para ello, pero no solo eso, sino que también trata la impotencia.

–¿Cuando trabajaban en esa molécula ya eran conscientes de su relación con la potencia sexual?

–Ya se conocían, gracias a estudios previos, que existían sustancias capaces de combatir este problema, como la cafeína, y sabíamos cómo funcionaban. De lo que no teníamos ni idea es de que tuviera tanto éxito.

–¿Existen otras sustancias que le estén haciendo competencia a la Viagra?

–Sí, ahora mismo existen muchas nuevas sustancias, que son fáciles de desarrollar, pero no solo eso. Para los problemas de erección cada vez se utiliza más la medicina tradicional china.

–¿Considera que se está abusando de la «pastilla azul»?

–Sí, sin duda. Y es que muchas de las personas que la toman lo hacen sin consultar a un médico y eso puede crear bastantes problemas. La toman personas mayores con problemas de corazón y muchos terminan sufriendo un infarto. Falta prudencia.

–A pesar de que el óxido nítrico se relaciona siempre con la «píldora azul», ¿tiene otras aplicaciones?

–Por supuesto (responde con cierto alivio). Ahora mismo estamos trabajando en una de sus funciones menos conocidas: ayuda a los bebés prematuros que no tienen los pulmones desarrollados a oxigenar mejor. Es decir, gracias al óxido nítrico se pueden salvar vidas de bebés de menos de un kilo de peso. También nos está ayudando a combatir problemas de corazón, un ámbito de la Medicina en el que se ha avanzado mucho.

–¿Cuál cree que es el futuro de la farmacología? ¿Qué nuevos medicamentos nos esperan?

–Esta industria trabaja a un ritmo muy alto. Cada año, solo en Estados Unidos y los países occidentales se crean entre 20 y 30 nuevas moléculas. Muchos de ellos buscan combatir el cáncer gracias a los tratamientos con inmunoterapia, que es el futuro.

–¿Cuáles son las enfermedades más difíciles de combatir?

–El alzhéimer es una de las más difíciles por la complejidad que tiene el tejido cerebral. Es muy difícil tener acceso y, por lo tanto, crear fármacos para combatirlo es un todo un reto.