Sin casco por Valencia, pero más medidas de seguridad para el ciclista y el peatón

El éxito del servicio de alquiler de bicicletas cambió en junio de 2012 el paisaje de Valencia. Desde entonces, la ciudad trata de que ciclistas y conductores convivan y compartan un espacio común en la mayoría de las ocasiones. No obstante, la revisión del Reglamento General de Circulación que prepara la Dirección General de Tráfico podría dar al traste con el nuevo transporte público y reducir el número de usuarios que optan por la bicicleta para sus desplazamientos. Y es que la DGT quiere obligarles a llevar casco si circulan por el casco urbano.

Por ello, el Ayuntamiento ha remitido a este organismo una serie de propuestas entre las que destaca, además de la petición de excluir a Valencia de la obligatoriedad, que se permita a los ciclistas circular por la acera, aunque deberán hacerlo a una distancia mínima de un metro respecto a las fachadas de los edificios para proteger a los peatones, especialmente a los que entran y salen de los zaguanes o establecimientos comerciales en planta baja.

Terrazas invasoras

Asimismo, el Gobierno de Rita Barberá pedirá que se modifique el ancho disponible en las aceras, pues muchas veces son invadidas por terrazas con mesas y sillas. Así, entiende que el ancho disponible puede ser diferente en cada tramo de acera o incluso en el mismo tramo, sin contar el trasiego del servicio hostelero propiamente dicho.

De igual modo, solicitan que los ciclistas no puedan adelantar lateralmente a los coches para situarse en primera línea ante un paso regulado por semáforo y que no se permita a los ciclistas circular en sentido contrario respecto de los vehículos a motor, en una vía de un solo carril de circulación.

Todas estas medidas, compensarían en términos de siniestralidad, la seguridad que pudiera derivarse de la obligatoriedad de llevar casco en la ciudad.