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Economía

Un alcoyano fundó Aguas de Valencia hace 125 años

Emeterio Albors, alcalde de Alcoi entre 1883 y 1885, también era dueño de La Clariana, la mayor fábrica de papel de fumar de Onteniente

Un alcoyano fundó Aguas de Valencia hace 125 años
Un alcoyano fundó Aguas de Valencia hace 125 añoslarazon

Emeterio Albors, alcalde de Alcoi entre 1883 y 1885, también era dueño de La Clariana, la mayor fábrica de papel de fumar de Onteniente

El Grupo Aguas de Valencia nació el 6 de diciembre de 1890 de la mano del empresario alcoyano Emeterio Albors y Montllor, que constituye en escritura pública la «Sociedad Anónima de Aguas Potables y Mejoras de Valencia». El objeto de la sociedad anónima era explotar el servicio de aguas potables de la ciudad, que venía funcionando desde 1850, y realizar las mejoras necesarias para dar un suministro suficiente y de calidad a Valencia. Su creación significó la unión en una misma empresa de la titularidad de las obras y canalizaciones hechas para el suministro de agua potable desde el Turia hasta la capital y de la concesión municipal de suministro otorgada el 31 de enero de 1886 a Fernando de Vicente y Charpentier.

Difícilmente pudo imaginar Emeterio Albors que la empresa que fundó seguiría gestionando 125 años después el suministro de agua potable a la ciudad de Valencia y, mucho menos, que se transformaría de la mano la familia valenciana Calabuig, en la primera empresa de España dedicada a la gestión del agua de capital íntegramente español. Actualmente, las empresas del Grupo Aguas de Valencia operan el ciclo integral del agua en más de 300 municipios, de doce comunidades autónomas, abasteciendo a más de tres millones de personas y gestiona proyectos vinculados con el agua en América Latina y África.

La sociedad, tal y como recoge la escritura de su constitución, es «propietaria de las obras hechas hasta el momento para el suministro a Valencia y de la concesión municipal para abastecer la ciudad por 38 años».

De esta forma, el proyecto empresarial para la traída y suministro de agua potable a Valencia se consolidaba definitivamente desde que, en 1845, el canónigo Mariano Liñán dejase en herencia a Valencia 28.000 duros en deuda pública francesa con la condición de financiar el abastecimiento a la ciudad para que comenzasen las obras antes de un año y, si no fuese así, el dinero pasaría a la Beneficencia.

Para materializar este proyecto se crea una comisión formada por el Ayuntamiento de Valencia, la Sociedad Económica de Amigos del País y el hermano del canónigo Liñán que solicita a la reina Isabel II la realización del abastecimiento a la ciudad. La reina concede el permiso para crear la red y la planta de abastecimiento para la ciudad el 9 de octubre de 1845. Tras varios estudios se decide que la toma se realice en el río Turia.

Primer revés financiero

Una vez realizado el proyecto, se ve que es insuficiente la cantidad económica legada por el canónigo. La herencia del canónigo supuso aproximadamente el 10 por ciento de la obra, ascendiendo a más de 6 millones de reales.

Este primer revés financiero es solucionado por el Marqués de Campo, entonces Alcalde de Valencia, al crear el 8 de enero de 1846 una Sociedad Anónima donde particulares aporten dinero que se retornaría mediante impuestos en la ciudad: en aduanas sobre el trigo y otros alimentos básicos; y los espectáculos públicos. Entre 1845-1850 se construye el azud de «La Presa», en Manises, desde el que se capta el agua del Turia; una balsa de decantación y un acueducto que llega hasta el Arquillo. Desde el Arquillo parten dos tuberías que llegan hasta el Depósito General de la Cruz de Mislata (actual Museo Histórico de la Ciudad de Valencia). Desde este depósito salen las primeras tuberías de agua potable que abastecen la ciudad por las calles Quart y Caballeros. La ceremonia inaugural de la traída de agua a Valencia tuvo lugar en la fuente de la plaza del Negrito el 19 de noviembre de 1850.

Entre 1850 y 1878 la población crece considerablemente y con ella las necesidades de agua de la ciudad. Este aumento de la demanda y necesidad de mayor servicio en cantidad y en calidad, coincide con el derrocamiento de las murallas y los planes de ensanche.

A finales de 1885, nace un nuevo proyecto para el incremento de caudal, presión y calidad del agua potable para intentar que nunca más se produzcan episodios de epidemia. Para ello, se publica un concurso para realización de una nueva obra para mejorar la captación y el tratamiento del agua potable, con una concesión de 40 años. Se adjudica a Fernando de Vicente y Charpentier que, el 3 de julio de 1886

Nuevo proyecto

Las obras son más costosas de lo que se preveía y necesitarán de nueva financiación. Es aquí donde aparece Emeterio Albors y constituye la empresa germen del actual Grupo Aguas de Valencia.

El camino de Emeterio Albors se cruza con el suministro del agua a Valencia el 16 de noviembre de 1889, cuando Fernando de Vicente y Charpentier, Eduardo Solarich y Dolz y Juan Manuel Pérez y Hernández, socios únicos de «Pérez y Compañía», empresa propietaria de la concesión y explotación del servicio de aguas potables de Valencia y de las obras ya ejecutadas para dicho servicio, ante la falta de liquidez para afrontar las obras que aún faltaban por ejecutar recurrieron a él. De esta forma nace la Sociedad Anónima Aguas Potables y Mejoras de Valencia con un capital social de 1 millón de pesetas repartido a partes iguales entre los cuatro socios.

Emeterio Albors difícilmente pudo imaginar que la empresa que creó para dar servicio a una ciudad de 179.000 habitantes sería, 125 años después, la primera empresa de España dedicada a la gestión del agua de capital íntegramente español. Y mucho menos que la «Sociedad de Aguas Potables y Mejoras de Valencia» se convertiría en el Grupo Aguas de Valencia cuyas empresas gestionarían el abastecimiento y tratamiento del agua en más de 300 municipios, de doce comunidades, abasteciendo a más de tres millones de personas.