225 años de historia arrancados de cuajo

Patrimonio Nacional evalúa los daños mientras que 500 turistas tuvieron que ser evacuados del Jardín del Príncipe

Quinientas personas paseaban por los jardines reales de Aranjuez cuando se desató la feroz tormenta que arrasó la región el pasado domingo y arrancó de cuajo árboles centenarios. «Cundió el pánico y los visitantes corrían mientras se caían las ramas y los troncos», explicó ayer Jesús, uno de los guardas del Jardín del Príncipe, que se refugió con varios de los turistas en las garitas que utilizan los empleados del parque para cambiarse. «Había tal caos que tuvimos que evacuarlos en medio de la tormenta», añadió.

Después de la lluvia, el panorama que presentaba ayer su lugar de trabajo era desolador, con grandes troncos que nacieron en tiempos de Isabel II con las raíces de más de tres metros al aire. Jesús hacía balance de los daños más notorios augurando varias jornadas de trabajo antes de que los Jardines Reales del Príncipe y de la Isla vuelvan a abrir al público. «Había un grupo de pinos protegidos que se han caído todos, pero el mayor problema son los ejemplares que se han doblado pero no han llegado a vencerse, son un peligro», indicó.

Técnicos de Patrimonio Nacional se desplazaron ayer hasta la Ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001 para evaluar los perjuicios provocados a los jardines del palacio, que, por surte, no sufrió apenas daños arquitectónicos. «Los jardines resultaron seriamente afectados por la tormenta y no sólo por los ejemplares emblemáticos que cayeron, sino también por los daños que causó a las raíces y a las copas», señaló Horacio González Rosell, delegado de Patrimonio Nacional en Aranjuez.

Hasta el momento, Patrimonio Nacional ha contabilizado 200 árboles que se han caído, a los que habría que añadir los que han resultado dañados cuya afectación todavía no se conoce. De hecho, González Rosell aclaró que el Consejo de Patrimonio Nacional deberá estudiar cómo se reponen los ejemplares caídos, ya que hay algunos de 225 años de antigüedad que no se pueden sustituir fácilmente. «El estudio de la situación de los jardines estará terminado en uno días y tras las labores de limpieza y saneamiento se volverán a abrir al público», aclaró el delegado de Patrimonio Nacional en Aranjuez.

La Comunidad de Madrid también revisará con la colaboración de un biólogo los árboles centenarios que se han caído en la ciudad, entre ellos alguno que ha doblado la valla del Real Sitio al vencerse sobre ella. El consejero de Presidencia, Justicia y Portavocía del Gobierno regional, Ángel Garrido, visitó ayer la zona afectada que la alcaldesa del municipio, Cristina Moreno, está valorando declarar como catastrófica debido a los cuantiosos daños materiales y el coste de la retirada de los elementos vegetales. «Parte de los árboles que se han caído están catalogados por lo que corresponde a la Comunidad su cuidado, pero hemos ofrecido colaboración al consistorio de Aranjuez porque el coste de la recogida de árboles será muy elevado», explicó Garrido, que valoró que la cuestión del arbolado sí podría entrar en los requisitos para declarar zona catastrófica. Con todo, desde el Grupo Municipal del PP en el Ayuntamiento de la localidad pidieron al equipo de Gobierno que valorase los daños antes de optar por la declaración de zona catastrófica y que se centren los esfuerzos en evaluar los riesgos en los árboles y tejados que han sufrido daños por la tormenta y que ahora suponen un riesgo para los vecinos.

Entre las seis de la tarde del domingo y las nueve de la noche de ayer, los Bomberos de la Comunidad de Madrid realizaron 457 intervenciones en toda la región a causa de las lluvias, que se repitieron, con menor intensidad, la pasada tarde. De ellas, 133 –el 29%– se dieron en Aranjuez, donde además de la caída de árboles también han resultado dañadas varias infraestructuras cuyos tejados salieron volando por el fuerte viento, que alcanzó rachas de cien kilómetros por hora. En el municipio tan sólo hubo que lamentar una mujer herida por un golpe de una rama en una pierna.

Daños en colegios

Entre los edificios afectados se encuentra el colegio Joaquín Rodrigo, cuya ampliación, aún en obras, se derrumbó parcialmente aunque, según detalló el consejero, se podrá reparar antes del inicio del próximo curso. Igualmente, en otros dos colegios se produjeron caídas de árboles sin llegar a dañar las edificaciones, por lo que sólo será necesario efectuar labores de limpieza y de retirada de los troncos para facilitar el regreso de los alumnos. Respecto a los jardines históricos afectados, Garrido indicó que, pese a que son responsabilidad de Patrimonio Nacional, hay una parte del soto que corresponde a la Consejería de Medio Ambiente, que ya está estudiando los daños para realizar el saneamiento, podas y talas que sean necesarios.