Meteorología

47 escolares desalojados por las altas temperaturas

De refugiaron en un tanatorio en busca de aire acondicionado

La Razón
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Si antes de ayer el número de afectados por este verano anticipado ascendía a cinco, ayer la cifra llegaba hasta los 47 en el Instituto Neil Amstrong de Valdemoro.

Si antes de ayer el número de afectados por este verano anticipado ascendía a cinco, ayer la cifra llegaba hasta los 47 en el Instituto Neil Amstrong de Valdemoro. A las 11:00 horas de la mañana el Summa recibió el primer aviso. Un joven se empezó a encontrar mareado e indispuesto y los profesores no dudaron en avisar rápidamente a los servicios de Emergencias para examinarle y descartar un posible golpe de calor que, según informó el Summa, son mortales en el 70% de los casos y necesitan una actuación inmediata por parte de los sanitarios. Por suerte, aunque fue trasladado al Hospital Infanta Elena, no tuvo que lamentar ningún mal mayor.

Sin embargo, a las 12:00 horas de la mañana llegó el segundo aviso y el número de alumnos golpeados por las altas temperaturas ascendió a 47.Para evitar que los afectados -jóvenes entre 12 y 18 años- empeoraran, fueron caminando, acompañados por profesores del centro, hasta una de las salas de un tanatorio situado a pocos metros del instituto ya que este disponía de aire acondicionado. Varias ambulancias se acercaron al tanatorio donde atendieron a los chavales examinándoles y refrescándoles con agua, sobre todo en la parte de la nuca y el cuello. De los 47 jóvenes solo han sido trasladados al Hospital Universitario Infanta Elena seis de ellos. Cinco por crisis de ansiedad y síntomas relacionados con las altas temperaturas como malestar o malestar y un cuarto por un esguince, según informaron desde los servicios de Emergencias. Pocas horas después fueron dados de alta sin tener que ser ingresados.

Esta actuación a iniciativa de la jefa de estudios del instituto fue cuestionada horas más tarde por el consejero de Educación, Rafael Van Grieken, que mostró su descontento en la Asamblea de Madrid tras anunciar medidas extraordinarias en los centros educativos ante la ola de calor. Al consejero le pareció tan «atípica» esta situación que aseguró que «se podía haber gestionado de otra manera». De hecho, consideró que «los alumnos no tenían que haber salido del centro» y adelantó que se averiguarán las causas de esta decisión.

Sin embargo, su postura fue a su vez criticada por el grupo socialista que consideró que la actuación de la jefa de estudios «sí fue la correcta», según afirmó el diputado del PSOE, Juan José Moreno, que criticó que la Consejería de Educación no hubiese previsto medidas antes de la llegada de las altas temperaturas. También el alcalde de Valdemoro, Guillermo Gross, de Ciudadanos, enredó aún más la cuestión al apuntar que el Neil Armstrong está a la espera de que se terminen las obras para su finalización, que se encuentran paralizadas por un conflicto de titularidad relacionado con la investigación por la trama Púnica, que están tratando de solventar en la Audiencia Nacional.

Curiosamente, la secretaria del AMPA, Esther Ten, explicó que, «paradójicamente», los alumnos del centro que están escolarizados en aulas prefabricadas no se han visto afectados, ya que contaban con climatización, pero sí han sido atendidos los estudiantes que daban clase en el edificio original.

El de Valdemoro no fue el único instituto en el que hubo incidentes por el calor. Según denunció la secretaria general de la Federación de Educación de CC OO Madrid, Isabel Galvín, en el Fraga Iribarne de Sanchinarro el Samur tuvo que atender a un niño por una patología relacionada con las altas temperaturas. Después de un miércoles con máximas de hasta 37 años en las aulas madrileñas, desde este sindicato aseguraron ayer que habían registrado 42 grados de temperatura en una clase de un centro educativo de Sevilla La Nueva.

Los niños, un colectivo especialmente vulnerable

El golpe de calor es una alteración grave de la temperatura corporal y puede ser muy peligroso afecta a niños o personas mayores. El reto estos colectivos que no siempre tienen capacidad para comunicar los síntomas es saber identificarlos a tiempo. La irritabilidad e incomodidad suele ser una de las primeras señales; mareos, vómitos, dolor de cabeza y desmayos, son determinantes. Para actuar ante estos casos se aconseja suministrar agua o suero para elevar la hidratación.