Redes sociales
A Carmena se le vuelve en contra el apoyo a la fiesta musulmana
Las redes sociales claman contra Ahora Madrid por felicitar el inicio de la celebración utilizando el femenino cuando no había ninguna mujer presente. Reclaman a la alcaldesa el mismo respeto y dedicación a los católicos
Las redes sociales claman contra Ahora Madrid por felicitar el inicio de la celebración utilizando el femenino cuando no había ninguna mujer presente. Reclaman a la alcaldesa el mismo respeto y dedicación a los católicos.
El despliegue de medios del Ayuntamiento de Madrid para celebrar el Ramadán se le ha vuelto en contra a Manuela Carmena por toda una serie de agravios comparativos que no cesan de apuntarle los madrileños en las redes sociales. Desde que el pasado día 31 de mayo los concejales de Seguridad, Javier Barbero, Chamartín, Mauricio Valiente, y Centro, Jorge García Castaño, acudieron al acto de inicio de la fiesta musulmana, las críticas han arreciado desde varios frentes. El más notorio se debe a la felicitación que hizo en Twitter la cuenta oficial de Ahora Madrid, el partido de Gobierno en el consistorio. Los ediles aparecían junto a la comunidad musulmana de Lavapiés y el mensaje decía: «El Ramadán es una oportunidad para unir lazos, luchar contra la islamofobia y descubrir cómo Madrid es una ciudad donde cabemos todas», sin embargo, en la imagen no se veía a ni una sola mujer.
La reacción indignada de los ciudadanos se ha prolongado durante todo el fin de semana, con comentarios en los que se destaca la ausencia de féminas y enlaces a diversas noticias sobre la represión a las mujeres y a los homosexuales, en vísperas de la celebración del World Pride en la capital, en países islámicos donde se reprime, castiga y hasta ejecuta a estos dos colectivos. Incluso el escritor Arturo Pérez Reverte respondió ayer al tuit de Ahora Madrid con un «donde cabemos todas con hiyab, supongo. O metidas en casa. Porque en la imagen no hay ni una sola mujer».
Muchos otros usuarios de esta red social han apuntado al agravio comparativo con la Semana Santa por parte del Ayuntamiento: ningún edil del equipo de Carmena hizo acto de presencia en las numerosas procesiones que recorren la ciudad, como ha sido tradición (y que los concejales del PP y Ciudadanos sí quisieron mantener), mientras que hasta tres concejales acudieron al inicio del Ramadán y el consistorio presumió de ello al señalar que Barbero, Valiente y García Castaño «han querido mostrar el apoyo, reconocimiento y respeto del Ayuntamiento de Madrid a la comunidad musulmana».
En esta celebración, el concejal de Seguridad, micrófono en mano, coreó consignas con los asistentes en las que se reivindicaba que «ningún ser humano es ilegal», y afirmó que «el Islam es una religión de paz que busca el encuentro porque es más lo que nos une que lo que nos separa». Unas palabras que también fueron contestadas por varios usuarios que recordaron la participación de la portavoz municipal, Rita Maestre, en el asalto a la capilla de la Universidad Complutense de Madrid, en el que se gritaron consignas como «poder clitoriano contra el Vaticano» o «menos rosarios y más bolas chinas», entre otros.
Veto católico
Y es que el anticlericalismo del Gobierno de Carmena ha provocado ya numerosas quejas entre los madrileños. Así, la desaparición de los belenes al aire libre, la Cabalgata de Reyes de 2016 o las celebraciones al «solsticio de invierno» en la programación de Navidad, han elevado las protestas al consistorio madrileño desde que Ahora Madrid llegó a la Alcaldía. Igualmente, el primer año desaparecieron las misas y las bendiciones de las fiestas de San Antón, cuyo origen católico se camufló como fiesta de los animales. Igualmente, en las fiestas de la Melonera se organizó una «romería laica» y se ignoró que el origen de las fiestas es la devoción a la Virgen del Puerto. La propia Carmena fue muy criticada porque decidió no interrumpir sus vacaciones y cumplir con la tradición de acudir a las fiestas de La Paloma, patrona de Madrid. Un «error» que rectificó el pasado agosto.
Otra de las reclamaciones que se hacían ayer en las redes sociales subrayaban el presupuesto destinado a la programación cultural del Ramadán en contraste con lo destinado a la de Semana Santa. En 2016, el Ayuntamiento decidió equiparar la inversión para las celebraciones del Año Nuevo Chino, la Semana Santa y el Ramadán, destinando 150.000 euros a cada una de las fiestas independientemente del número de personas que atraen tanto entre correligionarios como entre turistas. Este año, la diferencia entre lo que se ha invertido en las celebraciones de la Semana Santa y el Ramadán ha sido de apenas 25.000 euros –175.000 euros para la Pascua y 150.000 euros para la celebración islámica–, sin tener en cuenta el procentaje de católicos que hay en Madrid, respecto al número de musulmanes, así como el foco de atracción que supone la semana de Pasión madrileña. De hecho, este año se batieron todos los récords de facturación y ocupación hotelera, con un crecimiento de entre el 10 y el 15% respecto a 2016.
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