A juicio un recluso que atacó con un «boli» a dos funcionarios

El fiscal solicita seis años y dos meses de prisión para Hassan Z., un recluso que cumple condena en el Centro Penitenciario de Soto del Real por agredir con un bolígrafo a varios funcionarios de la prisión.

El fiscal solicita seis años y dos meses de prisión para Hassan Z., un recluso que cumple condena en el Centro Penitenciario de Soto del Real por agredir con un bolígrafo a varios funcionarios de la prisión cuando le obligaron a someterse a un cacheo de seguridad. Se le imputa un delito de atentado con la circunstancia agravante de multirreincidencia y otros cuatro delitos de lesiones leves. Será juzgado mañana martes en la Audiencia de Madrid.

Antes de salir al patio el jefe de servicios de Soto del Real, acompañado de un funcionario de prisiones, se acercó al preso para comunicarle que iba a ser sometido a un cacheo de seguridad a raíz de un enfrentamiento que había tenido el día anterior con otro recluso en el interior de la galería. Pese a la insistencia de los funcionarios, el recluso se negó a hacerles entrega de un objeto que ocultaba en su mano derecha y con un «claro desafío al principio de autoridad y con el propósito de atacar su integridad física, se abalanzó sobre ellos tratando de pincharles con lo que resultó ser un bolígrafo Bic empuñado con destreza por el acusado».

El funcionario recibió varios pinchazos en el pecho, lo mismo que el Jefe de Servicios a quien llegó a derrumbar sobre el suelo. Pese a todo, entre cuatro agentes lograron encerrar al acusado en el interior de la galería y solicitaron refuerzos y material de seguridad.

Una vez allí, y asistidos por el jefe de Servicio y el funcionario, «pugnaron por reducir al acusado quien continuó haciendo gala de la misma agresividad atacando también a estos últimos, lanzándoles pinchazos, patadas y manotadas resultando lesionados a consecuencia de la actitud violenta del interno».

Por otro lado, el próximo miércoles la Audiencia Provincial juzga a un nieto que fingió una relación de cariño con su abuela, que contaba con 92 años, para conseguir que le nombrase heredero universal y saquear sus bienes y la sociedad que poseía, hasta el punto de vender sin el consentimiento de la anciana su casa. La Fiscalía pide cinco años a Manuel C. G. por un delito continuado de estafa y alternativamente un delito continuado de apropiación indebida.