Aguirre tienta a Carmona con la «operación Villacís»

Pide al socialista que se desmarque de su partido y que convierta con su voto a la portavoz de C’s en alcaldesa de Madrid

Esperanza Aguirre volvió ayer de vacaciones demostrando que no ha perdido un ápice del ímpetu que la caracteriza. Acalló a quienes señalaban que no pasaría del verano en el banquillo de la oposición al frente del PP en el Ayuntamiento de Madrid y de paso retomó su cruzada para «liberar» el Palacio de Cibeles de la alcaldesa, Manuela Carmena, y, por extensión, de la sombra de Podemos, el partido que, aunque Carmena lo niegue, Aguirre no tiene duda de que dirige los designios de la ciudad a través de los ocho concejales afiliados a la formación de Pablo Iglesias que integran el Gobierno municipal.

Si inmediatamente después de celebrarse los comicios del pasado 24 de mayo, la presidenta del PP en Madrid no dudó en ofrecer al líder del PSOE la Alcaldía de la ciudad con su apoyo, oferta que Antonio Miguel Carmona rechazó de pleno; ahora, su «operación derribo» pasaría por un paso previó que le daría el título de «operación Villacís», ya que la porpuesta de Aguirre se centra ahora en convertir a la portavoz de Ciudadanos en alcaldesa.

Con Carmona prácticamente fuera de juego, después de ser apartado de la Portavocía del PSOE en el Ayuntamiento, Aguirre tentó ayer al socialista con convertir a Begoña Villacís en la «gran alcaldesa» que podría liderar un gobierno «moderado» en Madrid. Un plan con el que, según Aguirre, se daría respuesta a lo que pidieron los madrileños en las urnas y que incluso, según una encuesta publicada ayer en LA RAZÓN, de repetirse hoy las elecciones municipales esta opción sería aún más refrendada por los votantes, ya que, según este sondeo, a día de hoy Podemos perdería dos concejales que recaerían en el PP y en C’s, pudiendo formar gobierno sin ni siquiera necesitar el apoyo del PSOE.

La jefa del PP recordó ayer que la suma actual de los concejales PP, PSOE y C’s asciende a 37, frente a los 20 que tiene Ahora Madrid; pero lo cierto es que en realidad Aguirre a quien realmente dirigió su oferta de formar un gobierno de concentración moderado para sacar a Carmena de la Alcaldía era a Carmona y a los concejales afines a su ex líder, descontentos con la «intervención» de Ferraz en el grupo municipal socialista.

Y es que aunque ayer Carmona rechazó la opción de convertir a Villacís en alcaldesa y pidió a Aguirre «que deje de enredar», a nadie en Madrid se le escapa que en cualquier momento el ex lider del PSOE municipal podría actuar por libre. Ferraz ha dejado de controlar a su ex portavoz en la capital y éste aún tiene apoyos en el grupo socialista del que sigue siendo concejal; la «operación Villacís» sería así la peor venganza del socialista contra quienes en su día le pautaron que debía dar su apoyo a Ahora Madrid tras el 24-M para convertir a Carmena en alcaldesa y le prohibieron entrar en el gobierno municipal; los mismos que ahora le han apartado de la Portavocía del PSOE.

La presidenta del PP en Madrid admitió ayer que no ha mantenido contactos con ninguno de los grupos de la oposición para llevar a cabo su nueva «operación derribo», pero desde Ciudadanos se le animó a que dejara de «buscar titulares» y presentara una propuesta formal si quieren que se estudie la propuesta.

No perjudicar a Rivera

La realidad es que la cruzada de Aguirre tiene pocas posibilidades de llegar a término porque no sólo Carmona es un escollo. Desde el entorno de Ciudadanos descartan que Villacís –que ayer ni siquiera salió a la palestra y delegó en su portavoz adjunto– quiera liderar una operación política de semejante envergadura, ya que aseguraban ayer a este diario que la portavoz de la formación naranja nunca haría un movimiento que pudiera perjudicar a su partido de cara a las próximas elecciones generales y sobre todo a su líder, que ayer sí quiso responder a la jefa del PP en Madrid. Y es que, aunque sólo hay que comparar los programas electorales para comprobar que C’s tiene más puntos en común con PSOE y PP que con Ahora Madrid, Rivera rechazó ayer la opción de que Villacís lidere un gobierno moderado al recalcar que su formación «no negocia sillas sino que negocia proyectos».

Entre los motivos que Rivera también expuso para dar un «no» por respuesta a Aguirre fue que Villacís «no ganó las elecciones». Sin embargo, el líder del Ciudadanos sí que dejó un a puerta abierta a la posibilidad de que su formación apoyara un cambio de color en el Ayuntamiento de Madrid: si hubiera una «crisis» en el Ejecutivo madrileño sí se plantearía alternativas.

Éstas últimas declaraciones de Rivera no son casualidad para algunos concejales. Son muchos los que apuntan que los ocho ediles de Podemos que integran el Gobierno de Carmena están recubiertos –por el momento– de una piel de cordero y se están limitando a lanzar globos sonda hasta las elecciones generales. Ningún partido quiere hacer movimientos arriesgados hasta el paso de los comicios de diciembre.

Pasada la cita electoral, es cuando los ediles más radicales –que ya han demostrado que pueden contradecir a Carmena sin ser reprendidos– pondrían en marcha las medidas más radicales que recoge el programa de Ahora Madrid; una ofensiva por parte de los «Varoufakis» del Gobierno de Carmena que, de poder llevarse a cabo, abriría una brecha en el equipo de la alcaldesa, en el que también hay perfiles más moderados, y que, de no poder materializarse como ha sucedido en Grecia, les enfrentaría con sus propios votantes como el caso de Syriza.

Un gobierno «de mayorías»

Como hiciera tras los comicios municipales del 24 de mayo, Aguirre inisitió ayer dar respuesta al resultado electoral: «La inmensa mayoría de los madrileños está por un Gobierno municipal moderado». Y argumentó que la suma de PSOE, Ciudadanos y PP daría como resultado la creación de un gobierno que sumaría 37 concejales frente a los 20 con los que dirige el Ayuntamiento Manuela Carmena. «Hay 37 concejales de este Ayuntamiento que no comulgan con Podemos», aseguró incluyendo a PSOE.