Apoyo absoluto a Eurovegas

Eurovegas ya es una realidad, aunque el camino recorrido ha sido muy largo. Desde 2010, Madrid y Barcelona rivalizaron para conseguir el complejo que el magnate Sheldon Adelson quería instalar en nuestro país.

Eurovegas ya es una realidad, aunque el camino recorrido ha sido muy largo. Desde 2010, Madrid y Barcelona rivalizaron para conseguir el complejo que el magnate Sheldon Adelson, propietario de la compañía Las Vegas Sands, quería instalar en nuestro país. Sin embargo, fue el pasado mes de septiembre cuando se decidió que Eurovegas estaría en Madrid. Desde entonces, la incógnita que le quitaba el sueño a más de un alcalde fue saber dónde se ubicaría dentro de la región. Las posibilidades eran tres: Alcorcón, Paracuellos del Jarama y Valdecarros. Finalmente, el pasado viernes se despejaron todas las dudas y se supo que la localización de este macrocomplejo estará en Alcorcón.

Aunque cuando se habla de Las Vegas a todo el mundo le viene a la cabeza la palabra «juego», el espacio para los casinos supondrá únicamente el 5% del total, que estará ocupado en su mayoría por zonas dedicadas al ocio, al turismo de congresos y a los hoteles. En este sentido, Las Vegas Sands asegura que Eurovegas contribuirá al incremento del turismo, atrayendo al país a 11 millones de turistas únicos. Además, en la primera fase, se estima que se crearán alrededor de 80.000 puestos de trabajo y en el cómputo global del proyecto, 260.000. La inversión será de 17.000 millones de euros.

Todos estos datos contribuyen a que la visión de los madrileños sobre este proyecto sea mayoritariamente positiva. Según una encuesta realizada por NC Report para LA RAZÓN, casi tres cuartas partes de los habitantes de la región considera que Eurovegas creará empleo y que será beneficioso para los empresarios de la Comunidad.

La encuesta, realizada a 300 madrileños mayores de edad, consta de siete preguntas sobre la influencia y las consecuencias de este proyecto. Por ejemplo, el 50,3% de los encuestados considera que Eurovegas ayudará a salir de la crisis, frente a un 40,2% que no lo cree. Paradójicamente, un porcentaje menor opina que supondrá un impulso a la economía española. Un 46,3% considera que sí supondrá un impulso y un 43%, no. En esta cuestión, los más escépticos son los más jóvenes, entre los que sólo un 36,7% entiende que este macrocomplejo dará un impulso a la economía.

El tema del empleo es la piedra angular de este proyecto, ya que el 73,2% defiende que generará empleo, llegando casi a un 80% en el caso de las personas entre los 45 y los 64 años de edad. Sin ningún género de dudas, en este punto hay unanimidad y la opinión mayoritaria en todas las franjas de edad es positiva al respecto. De lo que no hay ninguna duda es de que los empresarios madrileños también se beneficiarán de la llegada del proyecto de Las Vegas Sands a la región. Nada menos que un 69,3% está completamente convencido de que así será, mientras que un 27% opina lo contrario. Especialmente los encuestados de entre 30 y 44 años respondieron mayoritariamente que así será en el 75% de los casos y en todos los grupos de edad el porcentaje supera el 60%.

Comunicaciones

Otro de los beneficios que aportará la llegada del complejo de ocio y convenciones a Alcorcón es el desarrollo de las comunicaciones con el municipio del sur de la región. De hecho, el 55,3 por ciento de los madrileños confía en que esta mejora sea una de las consecuencias positivas directas que traerá la construcción de Eurovegas, frente a apenas un 32,3% que no cree que haya cambios sustanciales en las carreteras y el transporte público por la construcción de los resorts de Las Vegas Sands y un 12,4% que no tiene claro si así sucederá. Al respecto, tanto jóvenes como mayores son los que más dudas tienen, con un 13,3% y un 25,9%, respectivamente de encuestados que no supo qué contestar a esta pregunta.

Respecto a la polémica sobre si se permitirá o no fumar en algunas zonas restringidas, la mayor parte de madrileños encuestados se mostró a favor de modificar la Ley Antitabaco para permitir el consumo de tabaco en lugares específicos. En concreto, el 58,7% cree que debería otorgarse esa excepción al complejo de ocio y convenciones. Del 38% que está en contra de que se haga esa modificación para responder a la petición de Las Vegas Sands, la mayoría son jubilados. Llama la atención que, entre los jóvenes: o bien están a favor o bien están en contra, ninguno de los menores de 29 años encuestados dudó al responder.

Una de las mayores sorpresas que ha revelado la encuesta sobre Eurovegas es que la mayor parte de los madrileños no cree que la llegada del proyecto de Adelson a la región beneficie a la candidatura olímpica. Pese a que el incremento de plazas hoteleras fortalecerá las opciones de Madrid 2020 y que el propio magnate estadounidense se ha mostrado dispuesto a colaborar en lo posible para que la ciudad sea elegida el próximo 7 de septiembre, un 54,7% de los encuestados cree que no supondrá beneficio alguno para las aspiraciones olímpicas, frente a un 36% que sí apuesta por ello y un 9,3% que no lo tiene claro. Especialmente las personas de mediana edad creen que no habrá diferencia en las opciones a que nos den los Juegos, seguidos de los jóvenes, que, en cambio, sí son el porcentaje de población que más desea que Madrid sea ciudad olímpica. La tercera edad, en cambio, apuesta más por el sí.

Una oposición más política que ciudadana

En el último año de negociaciones para lograr que Eurovegas se quedara en España surgió la plataforma «Eurovegas No», un grupo ciudadano que en su última convocatoria, el mismo viernes en el que se anunció que se construirá en Alcorcón, apenas logró reunir a unos centenares de vecinos. Las únicas voces que realmente se oyen contra el proyecto vienen de los partidos de la izquierda y los sindicatos. Es curioso que en el caso del Partido Socialista sus integrantes solamente se han opuesto en Madrid, ya que, cuando Barcelona aún pujaba para albergar el proyecto, el PSC no se opuso a la candidatura que lideraba Artur Mas frente a la entonces presidenta madrileña, Esperanza Aguirre.