Comunidad de Madrid
El ensayo de la moción fracasada
El estreno de Podemos se queda en un intento de reprobación a Cifuentes. Iglesias reta a Rajoy a intervenir en la sesión del día 13 y presiona al PSOE para que diga si está enfrente del PP.
El estreno de Podemos se queda en un intento de reprobación a Cifuentes. Iglesias reta a Rajoy a intervenir en la sesión del día 13 y presiona al PSOE para que diga si está enfrente del PP.
Dos paseíllos y dos protagonistas en sólo una semana. El viernes pasado, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, recibida con aplausos antes de la comparecencia en la comisión de investigación sobre corrupción en la Asamblea de Madrid. Y, ayer, la portavoz madrileña de Podemos, Lorena Ruiz-Huerta, flanqueada por los líderes nacionales del partido: Pablo Iglesias, Irene Montero, Miguel Urban, Íñigo Errejón, Pablo Echenique y el cofundador Juan Carlos Monedero. Un despliegue de músculo sin precedentes en Madrid que obedecía a un único fin: apoyar a los teloneros en el ensayo general de la moción de censura que la formación morada defiende el próximo martes 13 en el Congreso contra el Gobierno de Mariano Rajoy.
Un Iglesias con traje y corbata eclipsó con su llegada a Ruiz-Huerta y al secretario general de Podemos Comunidad de Madrid, Ramón Espinar –también con chaqueta–, antes de entrar al hemiciclo madrileño. Era su espectáculo, una representación orquestada para que, pese al fracaso al que se sabía condenada, brillase su censura al Gobierno del PP en Madrid. El objetivo era utilizar el recurso parlamentario de la moción de censura no para cambiar al Ejecutivo –porque el fracaso era anunciado– sino para poner los focos en su papel de oposición y calentar la cita del martes que viene en el Congreso de los Diputados.
Podemos hizo su puesta en escena, presentándose como «única alternativa al PP» y obligando a retratarse al resto de partidos de la oposición en la Asamblea de Madrid. Poco les importaba que el rechazo de Ciudadanos les impedía obtener la mayoría necesaria para sacar a Cristina Cifuentes de la Comunidad de Madrid. Incluso la abstención del PSOE, anunciada desde este martes, les sirvió de combustible para encender el debate de la moción contra el PP de Rajoy: «Ojalá el PSOE deje de estar más cerca del PP y de Ciudadanos que de nosotros, ojalá pronto podamos sacar juntos al PP de las instituciones. Nosotros ya hemos demostrado que estamos enfrente del PP, hay otros que todavía lo tienen que demostrar, ojalá lo hagan», aseveró Pablo Iglesias al llevar a la Cámara regional. El resultado de la votación era lo de menos, lo importante era la escenografía.
La portavoz de Podemos dirigió todos sus dardos a la diana del PP señalando la corrupción como justificación de las dos mociones de censura que lidera la formación morada porque «parecen más una organización criminal que un partido»; unas palabras que fueron repetidas casi a modo de mantra por todos los diputados de la formación morada en sus intervenciones. Los de Albert Rivera tampoco se libraron de los ataques de Ruiz-Huerta «por sostener el Gobierno de Cifuentes», y contra los socialistas también cargó porque «con su abstención han impedido que la situación de Ciudadanos fuera más comprometida aún».
Pero la estudiada estrategia de Podemos se desinfló cuando se encontró de frente con una cerrada defensa de todos los consejeros del Gobierno de Cifuentes. Uno a uno, con intervención individual en cadena, los miembros del Ejecutivo de Cifuentes llegaron a arrebatarle el protagonismo y a desesperar a los de Iglesias, que no supieron reaccionar a tiempo y que, por ello, durante el descanso recibieron una reprimenda de su portavoz en el Congreso, Irene Montero.
El PP les acusó de hacer la moción de censura del próximo martes y «no la de los madrileños». «No entiendo qué han venido a censurar, si a mi gobierno o a gobiernos anteriores, porque las críticas han sido sobre todo a gobiernos anteriores y, sobre todo, he visto una candidata que no tiene programa, proyecto, ni experiencia», valoró Cifuentes en los pasillos de la Asamblea, ya que dentro del hemiciclo dejó su defensa en manos de los miembros de su Gobierno. Visiblemente molesto por el fracaso de su ensayo, Iglesias cargó contra la estrategia del PP, por ser «una manipulación torticera» del reglamento –en referencia a las intervenciones de todos los consejeros– y en un intento por que esta estrategia no se repita en el Congreso, el líder de Podemos advirtió a Rajoy de que si no interviene en su moción de censura, será «patético».
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