«Beso de Judas» para desvalijar a ancianas

La escasez de escrúpulos suele ser una constante en la mayoría de los cacos que asaltan a ancianos. Precisamente abusan de su falta de reflejos, su exceso de confianza o incluso no dudan en amenazarlos y agredirlos físicamente si las cosas se complican. Pero lo de esta banda de rumanos –eran todos de una misma familia– de Alcalá de Henares es especialmente triste porque, aunque no los agredían, fingían cariño para aprovecharse de sus limitaciones.

Agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Alcalá de Henares han desarticulado y detenido en la localidad madrileña a seis miembros de un clan familiar de nacionalidad rumana que se dedicaba a robar a personas de avanzada edad.

Se les imputa un total de 20 delitos de hurto a personas ancianas, las cuales además presentaban algún tipo de minusvalía física propia de la edad, según explicó ayer en una nota la Jefatura Superior de Policía de Madrid. La investigación se inició hace ya unos meses, a primeros de año aproximadamente, cuando la Policía tuvo conocimiento de que varias personas, con un modo de proceder muy similar, estarían actuando en la localidad del corredor del Henares.

Las víctimas no eran escogidas al azar, sino que los cacos se decantaban por aquellas que tuvieran una cierta edad y que además pudieran tener algún tipo de achaque propio de la edad, como cojeras, dificultades o pérdida parcial de la visión o que tuvieran tendencia a desorientarse en la vía pública.

De ahí que su actuación estuviera muy próxima a residencias de ancianos, centros de día para personas de avanzada edad o plazas públicas, en cuyos bancos suelen sentarse a charlar y pasear los ancianos del barrio. De todas las denuncias recogidas se pudo determinar que el rango de edades de sus víctimas oscilaba entre los 67 y 84 años.

Dentro de la organización, y una vez seleccionada la víctima, dos mujeres se acercaban a la misma y, con la excusa de conocerle o de ser algún familiar, procedían a abrazarla o besarla. En esos instantes aprovechaban para sustraerle todos los efectos que pudiera llevar encima, sobre todo sus joyas. Después, finalizaban la conversación de repente y se daban a la fuga en un vehículo que esperaba en las proximidades. Fruto de las investigaciones realizadas por los agentes, se logró identificar a todas las personas que conformaban este grupo, resultando ser un núcleo familiar muy cerrado de nacionalidad rumana, que podrían haber estado actuando en otras localidades de la geografía española.

A todos los detenidos les constan antecedentes policiales por hechos similares. En los registros practicados en dos viviendas se han recuperado diversas joyas de sus víctimas, más de seis mil euros en efectivo y varios teléfonos móviles.