Museo Thyssen
Botella emprende su remodelación del Eje Prado-Recoletos
El Eje Prado-Recoletos va a cambiar de cara en los próximos meses y esta vez la reforma no ha provocado rencillas políticas ni obligará a la baronesa Thyssen a encadenarse a un árbol en una acción que dejó una foto y un lema –el «no a la tala»– para la historia. El Ayuntamiento que dirige Ana Botella lo ha conseguido con un proyecto mucho menos ambicioso que sus antecesores y ya tiene listo el proyecto de renovación de las aceras de este transitado eje de la ciudad, un proyecto que comenzará después de verano y cuyo importe asciende a 3,32 millones de euros.
En concreto, informaron fuentes del área de Medio Ambiente y Movilidad de la capital, los trabajos consistirán en la mejora de la pavimentación y la restitución de las condiciones de accesibilidad del bulevar, puesto que, salvo el tramo que fue reformado hace unos años, se encuentra especialmente deteriorado por el uso.
En cuanto a los materiales, el Ayuntamiento ha decidido optar por dar homogeneidad a los diferentes trabajos y empleará en este proyecto los mismos pavimentos que utilizó en las reformas de la cuesta de Moyano, la calle Felipe IV, la plaza de Colón y la remodelación parcial que llevó a cabo en un tramo del gran eje que ahora completa. Por lo demás, el cambio sólo afectará a los materiales que dan color a los trazados ya que su diseño no se va a modificar y tampoco se eliminarán las áreas que ahora no están cubiertas por losetas y se destinan a zonas verdes o de paso de servicios.
Únicamente se suprimirán las barreras urbanísticas presentes en este ámbito siempre teniendo en cuenta la legislación vigente en esta materia, recalcaron las fuentes municipales.
Así, en el bulevar central de Recoletos (de la calle Prim a Cibeles) se sustituirá el terrazo existente en mal estado, por un pavimento asfáltico continuo color tierra como el existente en el tramo ya rehabilitado más próximo a Colón. En el lado de los pares (calle Marqués de Duero a Cibeles), los trabajos se centrarán en cambiar el terrazo actual, que se encuentra en mal estado, también por pavimento asfáltico. En la embocadura de Cibeles, tanto por el eje Prado como por el de Recoletos, se realizará la repavimentación de las aceras a base de losas de granito gris. En el bulevar central del paseo del Prado también se cambiará el terrazo existente, que no está bien conservado, por pavimento asfáltico igual al del tramo que se reformó previamente, informaron fuentes del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento madrileño. El tramo de la plaza de la Lealtad se cubrirá con granito gris, así como el recorrido desde este punto hasta la calle Felipe IV. Para el área peatonal comprendida entre las plazas de Neptuno y la de la Platería de Martínez, y las de Murillo y la calle Almadén, también se ha elegido el pavimento asfáltico continuo color tierra. En la acera de los impares, hasta la glorieta del Emperador Carlos V, la repavimentación consistirá en la instalación de losas de granito gris.
Esta reforma se enmarca en lo que la Ley de Haciendas Locales denomina «inversiones financieramente sostenibles» y se abonará con el remanente de caja está disponible en la actualidad en las arcas de Cibeles y que supera los 406 millones de euros. Con este «ahorro», Botella gastará hasta diciembre de este año 48,5 millones de euros que serán financiados con este dinero correspondiente al año 2013.
Sólo el área de Medio Ambiente y Movilidad, de la que depende la pavimentación del eje Prado-Recoletos, tiene asignado un gasto de 23,3 millones de euros que invertirá en la renovación de calzadas de la Casa de Campo (2,9 millones), la mejora de la red de riego y ajardinamiento de la ciudad (2,3 millones) y la recuperación de los muros históricos de la Casa de Campo, los Jardines de Sabatini y el parque del Capricho.
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