Carmena cierra el curso con tres suspensos

El PP acusa a la alcaldesa de «soberbia» y de no comparecer ante el Pleno. El PSOE afea a Ahora Madrid que incumpla el 30% de los acuerdos de la mayoría.

El Pleno celebrado ayer en el Palacio de Cibeles cerró el curso político en la capital. «Os deseo que paséis unas excelentes vacaciones y que sigamos trabajando por Madrid», señaló Carmena tras las más de nueve horas que duró un debate que tuvo más de 80 puntos en el orden del día. Fue el final cordial de una sesión que comenzó con polémica y en el que volvieron a quedar claras dos posturas: de un lado, el frontal rechazo de PP y de Ciudadanos a las políticas del equipo de Ahora Madrid y a la forma en la que la alcaldesa organiza el Pleno; y por otro, la crítica del PSOE hacia ciertas políticas del Ejecutivo municipal, fundamentalmente relacionadas con el urbanismo y los servicios públicos.

Comparecencia exprés

El Pleno se inició con un agrio choque entre el portavoz del grupo municipal del PP, José Luis Martínez-Almeida, y la alcaldesa de la ciudad. El enfrentamiento tuvo lugar en el transcurso de la comparecencia de Carmena, que había sido solicitada por los populares en torno la gestión de la jefa del Ejecutivo municipal en el último mes. Martínez-Almeida lamentó que Carmena sólo haya comparecido una vez este año
–«hace el doble de viajes al extranjero que comparecencias en este Pleno», le espetó el portavoz– y que su Gobierno no respete lo que se decide en el Pleno: «Este último mes resume lo que es Carmena como forma de pensar y de gobernar y por primera vez los madrileños han visto que el problema de la ciudad es Manuela Carmena». El portavoz del PP acusó además a la alcaldesa de faltar a la verdad: «Ha mentido durante mucho tiempo a mucha gente pero no va a poder mentir todo el tiempo a todos los madrileños».

En su primera intervención, la alcaldesa apenas empleó un minuto y 23 segundos para dar cuenta del objeto de la comparecencia. En su segunda réplica, sin embargo, cargó con dureza contra el portavoz del PP: «Su intervención podría ser una pieza de pedagogía en las universidades sobre las instituciones democráticas de lo que nunca debe ser y se debe hacer». Carmena incluso calificó las críticas del PP como un «batiburrillo inaceptable» por articular un discurso a partir de «palabras con desorden y teñidas de estructuras lingüísticas que forman parte de diatribas de tertulias en las que se lleva a cabo un trabajo de destrucción de las estructuras del entendimiento. Es un mal camino para confiar en las instituciones», concluyó la ex jueza.

En su intervención, Martínez-Almeida afeó al Gobierno de Ahora Madrid la toma de decisiones sin tener en cuenta las protestas de los vecinos, como en el caso del corte de la calle Galileo, así como su cambio de discurso respecto a la amortización anticipada de deuda. Respecto a la polémica sobre el acto de homenaje a Miguel Ángel Blanco, el portavoz del PP reprochó a la alcaldesa su «soberbia» por recriminar a la hermana del concejal asesinado por ETA haberla solicitado en público que colgara de la fachada de Cibeles una pancarta en su recuerdo: «En el Madrid de los cuidados tenga usted la decencia y la sensibilidad de no abroncar a una víctima del terrorismo en público, el día que se cumplen 20 años de la muerte de su hermano. Nosotros sí creemos que debe haber vencedores y vencidos, usted no porque lo dijo en un manifiesto. Nosotros sí, unos pusieron los zulos y otros la democracia». Martínez-Almeida finalizó su intervención augurando la derrota de Ahora Madrid en las elecciones de 2019: «Dice la señora Higueras en una entrevista hoy en LA RAZÓN que “esto avanza muy bien porque después de dos años ya nos estamos acoplando”. Pues vayan desacoplándose porque la cuenta atrás para que se vayan del Gobierno ya ha comenzado».

Respeto al pleno

A lo largo del Pleno, las críticas al Gobierno de Carmena no sólo llegaron desde las filas del PP. En la comparecencia de la alcaldesa, la portavoz del PSOE, Purificación Causapié, cargó contra las decenas de incumplimiento que Ahora Madrid acumula a la hora de tramitar los acuerdos del Pleno y de las juntas de distrito. Ya lo habían señalado el PP y Ciudadanos, pero Causapié aseguró compartir esa «sensación» y llegó a cifrar en un 30% las propuestas aprobadas por la mayoría de los ediles sin que aún estén puestas en marcha. En esa misma línea, lamentó el «error» de la alcaldesa a la hora de negarse a colgar una pancarta en el Ayuntamiento como homenaje a Miguel Ángel Blanco. En su enumeración de reproches, la portavoz del PSOE incluyó la pérdida de patrimonio histórico, «el lío de la comisión de Vigilancia» y la incapacidad de dar una salida viable a la polémica generada en la calle Galileo.

El IBI y las multas

La portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, criticó la postura del Gobierno de Carmena pero también la del PSOE al oponerse a sendas iniciativas de la formación naranja para, por un lado, reducir el Impuesto de Bienes Inmuebles y, por otro, rebajar el importe de las multas que reciben aquellos madrileños y turistas que entran con su vehículo sin permiso en alguna de las áreas de prioridad residencial del distrito Centro.

Dentro de lo que ya se ha convertido en una tradición de los Plenos de la capital, dos concejales de Ahora Madrid decidieron ausentarse en el transcurso de una votación por estar en desacuerdo con una medida planteada por su propio Gobierno. Como es habitual, la discrepancia se produjo respecto a una iniciativa presentada por el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible. Fueron los ediles Rommy Arce y Pablo Carmona –miembros de Ganemos y representantes junto a Montserrat Galcerán de ala más radical de Ahora Madrid– los que abandonaron el salón de plenos. Lo hicieron durante el debate de del Plan Especial que permite a la terraza y el sótano del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) albergar exposiciones y eventos en relación con las actividades de la propia entidad. La edil socialista solicitó el voto a mano alzada. Al margen de la ausencia de Arce y Carmona, el PSOE votó en contra, el PP se abstuvo, mientras que Ahora Madrid y Ciudadanos dieron el «sí» al Plan Especial que permitió que saliera adelante.