Ayuntamiento de Madrid
Ahora Madrid esconde a sus Reyes
Se niega a identificar a los actores contratados para interpretar a Melchor, Gaspar y Baltasar en la cabalgata más polémica de la capital
Se niega a identificar a los actores contratados para interpretar a Melchor, Gaspar y Baltasar en la cabalgata más polémica de la capital
La Cabalgata de los Reyes Magos de la capital siguió ayer en el centro de la polémica. Desde los trajes hasta la discusión sobre si es o no una ceremonia católica y las mofas sobre la queja de la popular Cayetana Álvarez de Toledo en las redes sociales, los comentarios sobre los aciertos y, especialmente, los desaciertos del primer desfile de los magos de Oriente de Manuela Carmena se mantuvo durante toda la jornada de ayer entre lo más comentado.
Las polémicas, eso sí, se repartieron por temas. Para empezar, los trajes de los Reyes Magos, que fueron comparados con «batamantas», «cortinas de Ikea» o «la colcha de la abuela» y que, en lugar de ser alquilados como en años anteriores, fueron diseñados por uno de los miembros del equipo de Maral Kekejian, la directora de la cabalgata. El autor fue Jorge Dutor, artista multidisciplinar formado en la Real Escuela de Arte Dramático.
Dutor es además actor en varias performances a dúo con Guillem Mont de Palol –con el que forma «Mont de Dutor»– y también es escenógrafo y diseñador. Frente a las críticas a la indumentaria de los Magos, el Ayuntamiento de Madrid defendió ayer que fueron una elección estética «tan válida como cualquier otra» y estaban hechos pensando en los niños. Un portavoz del Gobierno municipal aseguró a Efe no entender que se genere una polémica que «no tiene sentido» sobre el atrezzo empleado en la cabalgata, aunque sí consideraron que pueda haber «debate» sobre la imagen de los Reyes Magos al no existir ninguna regla o una tradición fijada sobre cómo tengan que ir vestidos Melchor, Gaspar y Baltasar y sus pajes.
Una justificación que el consistorio madrileño ha utilizado repetidamente respecto a las quejas sobre la programación navideña. Así, aseguraron que «no tiene sentido» la polémica porque hubiesen retirado todos los belenes que se exponían al aire libre y reducido a tamaño doméstico el nacimiento en el Palacio de Cibeles; y utilizaron la misma expresión respecto a la discriminación del Colegio Arenales de la Cabalgata de Carabanchel porque en varias aulas segregan a los alumnos por sexo.
Seleccionados sin casting
Respecto a los protagonistas de la cabalgata, que por primera vez en décadas no fueron concejales de la Corporación municipal, sino actores contratados que cobraron mil euros por sus cerca de cuatro horas de trabajo en el desfile, desde el Ayuntamiento explicaron que no han querido revelar sus nombres. Fuentes del área de Cultura y Deportes aseguraron que son actores profesionales aunque no se ha hecho ningún casting ni concurso público para escogerlos. Las personas propuestas para interpretar a los magos surgieron del equipo de trabajo de Kekejian y no se pidieron candidatos a ninguna agencia de actores.
Artistas que «aborrecen» la cabalgata
Junto a la polémica puesta en escena, Ahora Madrid también se ha tenido que enfrentar estos días a duras críticas por algunos de los artistas escogidos para participar en la cabalgata de Reyes de la capital. Actores que, en algunos casos, han llegado a manifestar públicamente que se trata de un evento «casposo». Es el caso de David Fernández, actor, bailarín, músico y director de una compañía que formó parte de la comitiva que recorrió las calles de la capital el martes por encargo de Carmena. En su blog, Fernández llegó a aformar que se trata de una celebración que «aborrece». Un texto en el que anunciaba que participaría «en una de las performances más inverosímiles, surrealistas y cañeras que me he metido entre pecho y espalda en toda mi carrera: La cabalgata oficial de los Reyes Magos de Madrid».
Carnaval en Carabanchel
Al otro lado de Madrid, la Cabalgata de Reyes de Carabanchel desfiló sin los 800 niños excluidos del Colegio Arenales. En su lugar, y como el año pasado, la asociación comunista Carabanchel en lucha escenificó el cómic de Asterix y Cleopatra en línea con el resto de la comitiva que, salvo la carroza real compartida por los tres magos de Oriente, parecía más un carnaval que un evento navideño «con música pop y ningún villancico», tal y como denunciaron algunos asistentes en las redes sociales. Con todo, la mayor queja fue por la hora de retraso que fue acumulando el desfile y que provocó, además del descontento de padres y niños que estuvieron mucho tiempo pasando frío, que a algunos participantes se les acabasen los caramelos.
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