«Caza de brujas» a los partidarios del PP de Alcorcón

El clima de tensión que se vive en Alcorcón desde que hace cuatro años el PP entrara en el Ayuntamiento afectaba, al menos hasta ahora sólo su alcalde, David Pérez, que desde 2011 sufre amenazas y coacciones por parte de un grupo de radicales del municipio. Sin embargo, estos intolerantes han decidido ahora extender sus agresiones más allá de Pérez y alcanzar a aquellos que simpatizan con el regidor o con su partido, el PP.

Las calles de Alcorcón amanecieron ayer con pintadas iracundas, violentas y amenazantes. La víctima es Kudia, un empleado de la Empresa de Servicios Municipales de Alcorcón (Esmasa) que se encarga de la limpieza del municipio en la que lleva más de 23 años trabajando. Kudia lleva viviendo en este municipio madrileño desde hace 29 años y desde que entró en Esmasa ha pasado por todos los escalafones de la compañía. Se ha labrado su futuro con gran esfuerzo ocupando ocupado labores de barrendero y conductor.

Por su dedicación y competencia fue ascendido hace sólo unos días al puesto de jefe de equipo y responsable del área de Inspección. Sin embargo, parece ser que su promoción no ha gustado a todo el mundo, pero no porque consideren que Kudia no se lo merece profesionalmente sino por su filiación política. Y así se lo han hecho saber. En una de las vallas del parque San Pedro Bautista, en el centro de la localidad, aparecieron ayer pintadas amenazantes. En una de ellas se puede leer: «Al negro de Esmasa lo vamos a “hostiar” por capullo y vendido, amén de fascista». El «pecado» de Kudia ha sido reconocer ante sus compañeros que es partidario de la gestión que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Alcorcón con David Pérez (PP). Él no entiende el por qué de las pintadas, ya que, desde que llegó a Alcorcón a lo único a lo que se ha dedicado es a realizar su trabajo e intentar prosperar laboralmente, como muchos de sus compañeros a los que nadie amenaza. En relación a su trabajo, Kudia asegura que hace su labor lo mejor que puede, que es «muy competitivo» y que le gusta que «las cosas estén bien hechas»; pero eso no importa, ya que ha sido su cercanía al ideario del PP lo que le ha «condenado» entre sus compañeros.

El alcalde de Alcorcón, David Pérez, conoce bien los ataques y las amenazas, pues desde que fuera designado como candidato a la alcaldía en 2011 estas humillaciones no han cesado. En aquella campaña electoral, Pérez recibió en su casa varios panfletos electorales en los que estos radicales habían dibujado una diana o una pistola apuntado a su cabeza, además de otros carteles en los que le proferían insultos y ofensas.

En estas últimas elecciones, el clima de violencia se ha vuelto ha repetir y a pesar de haber sido la lista más votada y de conseguir la alcaldía, gracias a la abstención de Ciudadanos, varios individuos siguen sin respetar lo que han votado la mayoría de alcorconeros. Así lo denunció Pérez tras su toma de posesión, cuando se repitieron las amenazas no sólo contra él, sino contra todo su equipo y contra el de Ciudadanos. «No sólo participan grupo de ultraizquierda, sino también parte de la izquierda sindical y mucha parte de la izquierda socialista», aseveró.