Ayuntamiento de Madrid
Cierre de Gran Vía: Princesa, Alcalá, Atocha y Bailén, los nuevos embudos navideños
Arrancan las restricciones al tráfico privado en el centro, que se prolongarán durante 28 jornadas. Policía Municipal vetará el paso de los no residentes a partir de las 17:00 horas desde ocho puntos de control
Arrancan las restricciones en el centro, que se prolongarán durante 28 jornadas. Policía Municipal vetará el paso de los no residentes a partir de las 17:00 horas desde ocho puntos de control.
Hoy a las cinco de la tarde, la Gran Vía da el primer paso de una transformación que se prolongará durante los próximos doce meses. A esa hora arranca el dispositivo diseñado por el Ayuntamiento de Madrid para el centro de la ciudad con motivo de las fiestas navideñas y que contempla como medida estrella el cierre de esta calle a todos aquellos que no sean residentes.
La pasada madrugada, los operarios municipales terminaron de instalar las barreras de hormigón que delimitan el nuevo perímetro reservado a los peatones. Las aceras ganan a la calzada 5.400 metros cuadrados. Al otro lado de estas vallas de 800 kilos cada una, los autobuses y taxis mantienen su carril mientras que los vehículos privados y las bicicletas deberán compartir espacio en un ciclocarril por sentido en el que la velocidad queda limitada a 30 kilómetros por hora. La prohibición de circular con coche por la Gran Vía para los no residentes y para aquellos que no figuren en la lista de excepciones elaborada por el consistorio –ver gráfico– permanecerá activa durante 29 días hasta el próximo 7 de enero: todos los fines de semana de diciembre desde las 17 horas del viernes hasta las 22 del domingo; del 5 al 10, con motivo del puente; y durante las dos semanas de vacaciones escolares.
Junto a la Gran Vía, el dispositivo navideño establece también que a esa misma hora en la calle Mayor y la calle de Atocha se restrinja la circulación viaria en los mismos términos y con las mismas excepciones. En función de la saturación que exista en todo este entorno, la Policía Municipal podrá establecer restricciones al paso de vehículos en otras tres arterias del distrito: calle de Bailén y las rondas del sur, la de Toledo y la de Atocha. Con el fin de garantizar que estos filtros son efectivos y cumplen su objetivo, el Gobierno de Manuela Carmena (Ahora Madrid) ha establecido ocho puntos de control en los que policías municipales y agentes de movilidad garantizarán que sólo acceden los vehículos autorizados. Estos controles estarán ubicados en las plazas de España, Cibeles, de la Independencia, de Cánovas del Castillo (Neptuno), de San Francisco el Grande, en las glorietas de Carlos V y de Puerta de Toledo así como en la confluencia de Mayor con Bailén.
En este escenario, la existencia de estos ocho puntos de control y la posibilidad de que puedan coincidir en el tiempo los cortes en hasta seis de las principales vías de circulación del distrito Centro constituyen un cóctel que amenaza con congestionar este entorno y trasladar los atascos a otras arterias fundamentales para la ciudad como Princesa, Alcalá, Atocha y Bailén. Éste es el diagnóstico del máximo responsable del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). Su decano, José María Ezquiaga, considera que los problemas de circulación derivados de los cortes en Gran Vía y en el resto de calles incluidas en el dispositivo navideño diseñado por Carmena terminará afectando a Bailén, Atocha, Embajadores y Puerta de Toledo.
Ezquiaga en su día celebró la decisión del equipo de Carmena de dar marcha atrás en su idea inicial de peatonalizar totalmente Gran Vía al estilo de Preciados, valoró el esfuerzo del Ejecutivo local por descongestionar el tráfico en el centro en época de Navidad, el periodo que más afluencia de transeúntes y vehículos reúne en el área central de la capital. «Hay que reducir la circulación en el entorno del Madrid de los Austrias», afirmó. Asimismo, confió en que los técnicos municipales sepan la repercusión que tendrá el corte a turismos de los no residentes de uno de los ejes de comunicación más importantes entre el este y el oeste: «Con la tecnología de la que disponemos hoy en día se pueden hacer simulaciones muy afinadas, y confío en que el Ayuntamiento tenga en su poder esos datos».
«Creo que gran parte de ese volumen de vehículos que no podrá atravesar Gran Vía se desviará por el eje de Bailén, Atocha, Embajadores y Puerta de Toledo», explicó, y añadió que será necesario reprogramar los semáforos de toda la zona para que no se produzca un colapso y no se entorpezca además el flujo de circulación. Aunque Ezquiaga es consciente de que se trata de un parche provisional antes de que a principios de 2018 den comienzo las obras de ampliación de aceras y de eliminación de carriles de circulación, el decano del COAM recuerda una vez más que es necesaria una nueva estrategia de planificación global del tráfico en el centro. «No hay muchos residentes en la zona comercial, pero sí que los hay en otras zonas del entorno como Malasaña o Chueca», apuntó Ezquiaga.
El decano del Colegio de Arquitectos se toma este corte navideño como una simulación del futuro de la Gran Vía. «Es imprescindible que se mantenga una circulación básica», subrayó, y tampoco se olvidó de los que se supone serán los grandes beneficiados con este plan: los peatones: «Tal y como estaba planteado, el año pasado se convirtió en un espacio hostil para los que paseaban, pero parece que en esta ocasión han cambiado el sistema». Los técnicos municipales han apostado ahora por instalar vallas «New Jersey». «Habrá que ver cómo funcionan, porque el año pasado a mucha gente no le quedaba claro para qué servía ese nuevo carril limitado», aseveró. Por encima de todo, para Ezquiaga lo más importante es que la futura Gran Vía sea una zona agradable para los transeúntes.
Cortylandia y Preciados
Junto a los cortes que deberán tener en cuenta los conductores, el dispositivo que arranca hoy incluye restricciones para los peatones. Los viernes, sábados, domingos, festivos y vísperas de festivos a partir de las 17:30 horas, las calles Preciados y Carmen serán de un sentido único. Se establecerán controles de aforo en la Plaza de Celenque y para evitar aglomeraciones en el entorno del espectáculo infantil Cortylandia, dos minutos antes de su finalización se impedirá el acceso a la calle Arenal desde la Puerta del Sol. Además, en la Puerta del Sol la boca de metro de la salida a la calle Mayor y la salida de la cúpula de Renfe serán únicamente de salida de viajeros.
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