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Comienza el lavado de cara de la Casa de la Villa

Empiezan las obras en el antiguo ayuntamiento, que albergará en 2016 el Instituto de Formación

Las plantas nobles de la Casa de la Villa están pendientes de reforma para permitir las visitas a la parte más representativa del viejo consistorio.
Las plantas nobles de la Casa de la Villa están pendientes de reforma para permitir las visitas a la parte más representativa del viejo consistorio.larazon

Empiezan las obras en el antiguo ayuntamiento, que albergará en 2016 el Instituto de Formación

Los aperos de obras resuenan desde ayer en las salas interiores de la Casa de la Villa. La que fuese sede central del Ayuntamiento de la capital volverá a la vida después de que se dejasen de celebrar los plenos municipales en su interior debido al traslado al Palacio de Cibeles. En diez meses, según el plazo de ejecución previsto –rebajado en dos meses respecto al inicial de un año reflejado en los pliegos de licitación–, se trasladará allí el Instituto municipal de Formación y Estudios, cuya sede actual, en la calle Almagro, está alquilada.

De hecho, el coste de las obras, que será finalmente de 1.317.773 euros, casi medio millón menos que los dos millones inicialmente licitados, se amortizará en tan sólo un año de alquiler, puesto que el consistorio se ahorrará 1.498.512 euros anuales por este concepto. Así, la reutilización de la Casa de la Villa se sumará al resto de inmuebles incluidos en el plan de optimización del patrimonio que supondrá un ahorro acumulado de 30 millones de euros el próximo año.

El Ayuntamiento de Madrid licitó el pasado mes de noviembre las obras de rehabilitación del inmueble sito en la plaza de la Villa y que está declarado Bien de Interés Cultural después de obtener el informe favorable de la Comisión de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid. De este modo, las obras que ayer comenzaron se harán mediante el método de «arqueología arquitectónica», que supone que un arqueólogo estará presente durante todo el proceso de catas y durante la obra.

Reforma conservadora

Esta cautela no es en vano, ya que se trata de un edificio del siglo XVII que está situado muy cerca de la antigua muralla árabe de Madrid, por lo que pueden aparecer restos de interés como el artesonado original del arquitecto Bellido, que ya se descubrió durante la reforma de la aneja Casa Cisneros. Es por ello también que la rehabilitación de las salas interiores se realizará de forma conservadora, sin tocar los elementos históricos y tan sólo moviendo los tabiques más modernos para crear un espacio más adecuado a las funciones del Instituto de Formación y Estudios.

Los trabajos se concentrarán en mejorar la accesibilidad del inmueble, mediante rampas, salvaescaleras y ampliando los accesos que actualmente no permiten el paso de sillas de ruedas; adaptarlo a la actual normativa sobre prevención de incendios, riesgos laborales, eficiencia energética –se instalará la maquinaria en las cubiertas planas del edificio para que queden ocultas a la vista–, etc., e implantar los servicios necesarios de conexiones tecnológicas, aulas, aseos, office con máquinas de vending y las oficinas –que se separarán mayoritariamente por mamparas de madera o de vidrio–, para ubicar todos los puestos de trabajo que requiere la nueva actividad que se desarrollará en su interior.

Está previsto que en la Casa de la Villa se aglutine a partir del próximo año el grueso de la actividad formativa municipal, con la organización de 211 ediciones anuales de cursos de formación, a los que asisten 4.600 empleados públicos. Tan sólo en la sala de conferencias tienen lugar más de 70 actos al año, entre conferencias, presentaciones de proyectos y sesiones de trabajo, incluidas las actividades en colaboración con la Administración del Estado, la Unión Europea, comunidades autónomas y otras entidades locales, así como universidades, centros de investigación y escuelas de negocio a las que asisten 7.000 personas cada año.

Un consistorio construido con la venia real

En 1629 el Ayuntamiento de Madrid solicitó a Felipe IV autorización para construir un nuevo edificio a la sede consistorial, según un proyecto del arquiteco Juan Gómez de Mora, preferido por la Corona. Finalmente, la dirección de obras fue llevada a cabo por José de Villareal y, años después, Teodoro de Ardemáns culminó algunos elementos del inmueble, entre ellos, el oratorio. El pintor Antonio Palomino fue el autor de los frescos de las bóvedas y de decorar la escalera principal. Ventura Rodríguez y Juan de Villanueva también reformaron la Casa.

El detalle

A la espera del Museo

- Las plantas nobles de la Casa de la Villa están pendientes de reforma para permitir las visitas a la parte más representativa del viejo consistorio. En concreto, se restaurarán el Patio de Cristales, la Custodia, la sala de Goya, la Capilla, la Paloma, la escalera monumental y el Salón de Plenos. La gran vidriera de Maumejean ya recuperó su esplendor el pasado mes de mayo.