Cómo robar 1.710 relojes suizos en menos de 4 horas

La relación mercantil entre España y China es paradójica. Ellos importan sus productos «de lujo» falsificados a precios ínfimos y nosotros exportamos los auténticos casi a precio real. Eso sí, robados. Todo mercado negro e ilegal. Ésa parece que era la naturaleza de la relación entre algunos miembros de la mafia china asentada en la región con delincuentes comunes de Madrid, que han ido ascendiendo hasta codearse con las altas esferas asiáticas más turbias. Y es que, según fuentes policiales, los cacos autóctonos roban para los chinos, que dan salida en su país a relojería de lujo dada la enorme demanda que existe. Las mismas fuentes aseguran que no sólo se nutren de delincuentes madrileños. El botín de un reciente robo de una exclusiva joyería de París tenía el mismo destino. Prueba evidente de ello es la última operación desarrollada por la Brigada Provincial de Policía Judicial, en colaboración con la Interpol y la Policía china, que ha supuesto el esclarecimiento de uno de los mayores robos de joyería de la historia de nuestro país, cometido en diciembre de 2012 en el 245 de la calle López de Hoyos. Se llevaron un botín estimado en 23 millones de euros, hay 17 detenidos (11 de ellos ya en prisión) y la Policía ha logrado recuperar más de 300 relojes de lujo ( el resto ya los habían despachado), cuyos precios oscilan entre los carísimos 2.000 euros y los desorbitantes 270.000 euros. Capitaneaba la operación «El Isma», ahora cum laude en el hampa madrileño (pese a dormir ya entre rejas). Lo hicieron a plena luz del día en Diarsa, una empresa taller de alta relojería de Ciudad Lineal. Sabían la clave para desconectar la alarma, aunque los investigadores descartan por el momento la participación de algún trabajador de la empresa. Burlaron todas las medidas de seguridad hasta llegar a la habitación acorazada, que abrieron con lanza térmica. En menos de cuatro horas desvalijaron todo y se llevaron1.710 relojes (uno de ellos de 270.000 euros) de prestigiosas marcas suizas valorados en más de 23 millones de euros, según la Policía. Los ladrones podían haber conseguido con su venta unos 7 millones de euros. La complicada investigación policial se desarrolló en distintas fases a lo largo de casi 11 meses. «El Isma» contactó, a través de un intermediario de origen marroquí, con la mafia china y en julio trataron de llevar al país asiático varios de los relojes desde Barajas. Lo hicieron en diferentes días y la Policía logró detener a varios miembros. Paralelamente, se pudieron recuperar otros relojes en la ciudad de Shangái, ya que en una transacción saltaron las alarmas de una marca de relojes. Cuando los investigadores tuvieron perfectamente identificados y localizados al resto de miembros, se procedió a la detención en agosto de todos ellos y se realizaron registros donde, junto a más de 130 relojes, se les intervino hachís, dinero en efectivo y dos armas de fuego, entre otros efectos. La Policía Nacional también detuvo al resto de los miembros de la organización china, practicándose igualmente registros en varios locales. En uno se recuperaron más de 160 relojes, que ya estaban preparados para ser trasladados a China.