Elecciones autonómicas
Debates, en el aire
A cuatro días del inicio de la campaña, la elección del formato impide a los candidatos ponerse de acuerdo y poner fecha a sus enfrentamientos televisivos.
A falta de que los partidos políticos terminen de perfilar los programas electorales que defenderán en la campaña que arranca este viernes, la primera gran batalla del 24-M tiene que ver con la manera en la que se organizarán los debates. De momento, ninguno de los que se ha celebrado en la precampaña ha podido contar con todos los candidatos y en lo que concierne al Ayuntamiento de la capital de momento no hay acuerdo en torno a la fórmula elegida fundamentalmente por las reticencias de la candidata del PP, Esperanza Aguirre, a participar en un debate a seis con los cabezas de cartel de PSOE, IU, UPyD, Ahora Madrid y Ciudadanos.
Aguirre ha reiterado en las últimas semanas su oposición a debatir con los otros cinco partidos con opciones, según todas las encuestas, de obtener representación. La fórmula que la presidenta del PP de Madrid defiende plantea la celebración de un cara a cara con cada uno de los otros candidatos. Opta por esta opción por considerarla como la más «justa y equilibrada» al tiempo «que permite comparar de forma clara y directa las propuestas de cada formación política y conocer a los candidatos». La otra posibilidad, la de los seis candidatos compartiendo escenario, terminaría convirtiéndose, según Aguirre, en un «todos contra el PP». Las confrontaciones por parejas entre Aguirre, Antonio Miguel Carmona, Raquel López, David Ortega, Manuela Carmena y Begoña Villacís tendrían como principal contrapartida que serían necesarios hasta 15 «minidebates». La propuesta de Aguirre va más allá y propuso hace semanas que en estos enfrentamientos todos los partidos hicieran públicos sus acuerdos postelectorales. Ésta ha sido también la fórmula que Telemadrid ha ofrecido a los candidatos y aunque, en un principio, todos los candidatos se mostraron abiertos a participar en este tipo de debates, este fin de semana ha sido Manuela Carmena, número uno de Ahora Madrid, que se ha negado en redondo: «Es un formato de debate hecho por petición expresa de la candidata del Partido Popular, Esperanza Aguirre, como nos ha reconocido el propio presidente de Telemadrid, y creemos que una televisión pública no está para eso». La negativa de Carmena contrasta, sin embargo, con la posición que ella misma defendió hace pocas semanas cuando aceptó la propuesta de Aguirre. «Los debates son muy interesantes, ayudan a perfilar las posturas de unos y otros, me parece muy bien», aseguró entonces respecto a la idea de Aguirre, a la que calificó como una mujer «muy despierta» y «seguramente muy bien preparada». Precisamente ayer, Carmena protagonizaba un enfrentamiento en las redes sociales con Percival Manglano, número seis de la lista de Aguirre. Carmena aseguraba que lo «duro para Aguirre no es mentir, sino verse obligada a hablar de Ahora Madrid y de mí», a lo que Manglano replicó que «lo duro para ti sería debatir cara a cara con ella. Por eso te has rajado». La candidata de Ahora Madrid zanjaba el rifirafe preguntándose: «¿Por qué es democrático un debate en el que una candidata debate sola con todos los demás en vez de hacerlo juntos?».
Entre los candidatos al Ayuntamiento ya se han celebrado dos debates en la precampaña. En el primero, celebrado en marzo, se abordó el fenómeno de la corrupción y en representación del PP acudió Percival Manglano. Las listas aún no estaban cerradas en ese momento, y Mauricio Valiente –actualmente en la lista de Ahora Madrid– acudió como candidato de Izquierda Unida, junto a Antonio Miguel Carmona (PSM), David Ortega (UPyD) y Begoña Villacís (C’s). La pasada semana, el Círculo de Bellas Artes acogió otra mesa redonda sobre el «modelo de ciudad». En esta ocasión, acudieron los números uno de todas las listas a excepción del PP, que estuvo representado por su número dos, Íñigo Henríquez de Luna.
Lo sucedido en estos dos debates ha tenido su réplica casi exacta en los celebrados entre los candidatos a la Comunidad de Madrid en los últimos diez días. En el primero de ellos, organizado por el sindicato médico Amyts, el Partido Popular envió como portavoz al actual consejero de Asuntos Sociales, Jesús Fermosel, que no fue aceptado, ya que el sindicato estimó que los temas abordados eran «de suma importancia» y debían ser abordados por la cabeza de la lista. En la segunda contienda, celebrada en el aula magna de la Universidad Carlos III de Getafe, volvieron a debatir Ángel Gabilondo (PSM), Luis García Montero (IU), Ramón Marcos (UPyD), José Manuel López (Podemos) e Ignacio Aguado (C’s). La organización de este debate aseguró haber intentado sin éxito contactar por todos los medios posibles con Cifuentes y decidió dejar una silla vacía a la derecha del moderador.
A pesar de su ausencia en estos encuentros por «problemas de agenda», la posición de Cifuentes respecto al debate es muy diferente a la de Aguirre. La ex delegada del Gobierno ya ha manifestado sus preferencias: no quiere debates electorales a dos ni en formato «cerrado, por materias y cronometrado», sino «con todos los candidatos a la vez y lo más abiertos posible». De hecho, ya se han producido los primeros contactos entre los candidatos a la Comunidad para cerrar sus enfrentamientos televisados.
En la campaña de 2011, Aguirre consiguió debatir con la fórmula que ahora defiende y protagonizó un cara a cara con Tomás Gómez y otro con Gregorio Gordo. En la batalla por el Ayuntamiento, Ruiz- Gallardón, Jaime Lissavetzky y Ángel Pérez debatieron los tres a la vez.
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