El Álamo prepara el despegue de 15.000 empleos

El Ministerio de Fomento ha dado su aprobación para que la Comunidad de Madrid cuente con un aeródromo para vuelos privados en El Álamo, situado en el sureste de la región. La inversión necesaria que se calcula será de unos 230 millones de euros e incluirá la compra de suelo a particulares; una cifra que correrá a cargo de la empresa concesionaria ya que, tal y como anunció el pasado jueves el consejero de Presidencia, Salvador Victoria, la construcción y gestión del aeródromo se sacará a concurso público.

Aunque el proyecto no podría empezar a materializarse hasta finales de un año en el que habrá elecciones, lo cierto es que ya se han calculado los empleos que podría generar la construcción de un nuevo aeropuerto en la región.

Según los primeros cáculos, la media de vuelos privados anuales que podría recibir el aeropuerto de El Álamo (en base a las opercaciones que ahora mismo se registran en Cuatro Vientos y Torrejón) sería de 50.000 durante sus primeros años de funcionamiento, cifra que podría duplicarse pasados veinte años. Y es que la aviación privada es un sector en constante crecimiento: la mayoría de los operadores de vuelos de negocios en Europa han incrementado su plantilla en un 50 a 100 por ciento en la última década.

Los precedentes

El Álamo está llamado a ser un foco de creación de empleo para la región, tanto en su fase de construcción, como durante su explotación y formación de personal.

La industria de la aviación de negocios genera 164.000 puestos de trabajo en toda Europa, de los cuáles 66.000 son directos y 98.000 indirectos, según el informe de Oxford Economics sobre el papel de la aviación de negocios en la recuperación europea de octubre de 2012. La Comunidad ha calculado la cifra del El Álamo 15.000 empleos entre directos e indirectos durante su construcción y puesta en marcha. Este dato se corrobora si nos fijamos en otras ciudades, por ejemplo en Lisboa, en cuyo aeropuerto privado trabajan fijos más de 400 profesionales altamente cualificados que se encargan de coordinar los más de 150 vuelos que cada día operan en sus pistas; mientras que el de Frankfurt Egelsbach cuenta con una plantilla fija de 700 y el aeródromo parisino de Le Bourget genera más de 4.000 empleos, según las Cámaras de Comercio de París.

La formación es otro de los pilares fundamentales para la creación de empleo en el ámbito de los aeropuertos de negocios. Según Oxford Economics, las cantidades que los operadores invierten en formar a su personal varían entre los 5.000 euros al año para los mecánicos y los 30.000 euros anuales en el entrenamiento de sus pilotos. Estas inversiones benefician a las economías locales cercanas a los aeródromos de aviación de negocios, según el informe que pone como ejemplo el aeródromo de Farnborough en Londres, que ha generado 1.000 empleos en un radio de 16 kilómetros. Por otro lado, el mantenimiento de este tipo de infraestructuras necesita de constantes inversiones en obras, por ejemplo el aeropuerto de París-Le Bourget, que genera más de 4.000 empleos directos e indirectos, ha invertido más de 140 millones de euros en obras de mejora en los últimos años, obras que se adjudican a empresas locales en un 80 por ciento de los casos.

El aeródromo de El Álamo se coordinará con el de Casarrubios, que se encuentra a dos kilómetros de distancia, mediante una carta de navegación conjunta que realizarían para hacer que el funcionamiento de ambas infraestructuras sea el mejor posible, tal y como ocurre con los aeropuertos de Torrejón y Adolfo Suárez-Barajas. El nuevo aeropuerto también tendría que combinarse con la base de Cuatro Vientos y la de Getafe, a unos 40 kilómetros.

Otra víctima de la crisis que resucita

La construcción del aeródromo de El Álamo es un proyecto que en su día quiso poner en marcha el Gobierno de Esperanza Aguirre en colaboración con AENA y en consonancia con Eurovegas en Alcorcón. La crisis económica y el hecho de que la Administración central era reacia a que este proyecto se llevase a cabo porque reducirá gran parte de la actividad de Cuatro Vientos, un aeropuerto condenado a desaparecer. Ahora tanto el mercado como el Ministerio de Fomento son favorables.