Construcción

El bloqueo de Carmena asfixia a más de mil familias de Valdebebas

La Quinta de Valdebebas espera la licencia de obra desde mayo de 2017, cuando recibieron el informe favorable de los técnicos municipales. Cada familia ha pagado más de 80.000 euros pero en su solar no hay ni un ladrillo
La Quinta de Valdebebas espera la licencia de obra desde mayo de 2017, cuando recibieron el informe favorable de los técnicos municipales. Cada familia ha pagado más de 80.000 euros pero en su solar no hay ni un ladrillolarazon

El Ayuntamiento se niega a dar licencias a las cooperativas de vivienda, en contra de lo aprobado en Pleno, a la espera de la reparcelación del desarrollo.

Duermen plácidamente, ajenos a los bloqueos burocráticos, los entramados administrativos y los términos urbanísticos y jurídicos; totalmente inconscientes del peso de los sueños rotos sobre los hombros de sus padres, los mellizos de Esther descansan acunados por el suave sonido de fondo de máquinas y excavadoras que levantan edificios a su alrededor. Y el sonido es suave, sí, para la desgracia de las 59 familias que sobre sus ahorros han cimentado La Quinta de Valdebebas, una cooperativa que ve cómo el que han escogido como su barrio crece sin ellos: «Cuando vine aquí por primera vez aún no existían viviendas», recuerda incrédula Esther señalando con la mirada un horizonte plagado de edificaciones que ahora asombran su solar, el único en la zona que sigue a la espera de que se coloque sobre él la primera piedra.

Hace justo un año y medio, en julio de 2016, el semblante de estos ciudadanos era uno bien distinto: tan sólo tres meses después de la creación de La Quinta de Valdebebas, los cooperativistas se lanzaban a solicitar al Ayuntamiento de Madrid una licencia de obra para abrirse camino hacia un futuro que todos quieren vivir en este joven desarrollo urbanístico que, no obstante, ya cuenta con 18.000 habitantes. Diez meses después, en mayo de 2017, los técnicos municipales anunciaban que su informe era favorable y que, para la tranquilidad de los interesados, la licencia de obra les sería concedida en junio de ese mismo año. Para llegar a este punto los cooperativistas habían superado antes una tormenta de requerimientos y el primer aluvión de solicitudes documentales, para respirar entonces aliviados y listos para afrontar una etapa mucho más estimulante: la construcción de sus casas. Medio año más tarde no se avistan avances en las obras, pero, ¿por qué?

El pasado 23 de junio de 2017 se conocía una sentencia del Tribunal Supremo que daba por nulo el Plan Especial de la llamada «pastilla comercial», en el cual se proyectaban más viviendas donde inicialmente se había planeado un centro comercial; en base a esto, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid sentenció el mismo mes la consiguiente nulidad de la repartición económica del terreno en cuestión. Ambos dictámenes empujaron a que el Ayuntamiento remitiera un escrito informando de que se dejaba en suspenso la concesión de licencias de obra en todo Valdebebas. «Solicitamos que la nulidad se ciñera al recorte geográfico de la “pastilla comercial” y no a todo el ámbito, pero se desoyó nuestra demanda», explica Marcos Sánchez, director gerente de la Junta de Compensación. De pronto, una carta lo dejaba todo congelado y en el aire hasta que el 20 de julio de 2017 un Pleno del Ayuntamiento parecía romper una lanza en favor de los cooperativistas: «Continuará la concesión de licencias de obra y funcionamiento mientras no sea firme la sentencia y ajustándose a la legalidad vigente», reza claramente el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid sobre lo acordado en aquella sesión plenaria. Teniendo en cuenta que el pasado 11 de octubre la Junta de Compensación recurrió ante el Tribunal Supremo la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, no hay duda de que ésta no es firme y de que el Ayuntamiento «está absolutamente equivocado en su actuación», afirma seguro Marcos Sánchez.

80.000 euros invertidos

Sabiendo que el solar que espera albergar los hogares de los cooperativistas de La Quinta de Valdebebas está fuera de la controvertida «pastilla comercial» y aun desobedeciendo lo aprobado en Pleno, el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento ha decidido mantener su postura de paralizar la tramitación de licencias a todo el ámbito urbanístico, demostrando a los ojos de las partes afectadas una «postura totalmente atípica». Mientras, el tiempo corre en contra de los cooperativistas, agotando la paciencia de unos vecinos que ven mermar sus ahorros al ritmo que se desdibujan sus esperanzas: «Vendí mi antigua casa pensando ya en ésta», relata Nacho apuntando sarcástico a la nada de un solar vacío y sin vida. Como él, son muchos los cooperativistas que, a la inversión hecha sobre su futura casa –la cooperativa habla de una media de 80.000 euros por familia– suman un arrendamiento provisional que se alargará en el tiempo mucho más de lo esperado: «Dentro de poco mi familia y yo cumpliremos los dos años de contrato y el precio de nuestro alquiler subirá», explica Esther mientras mece a sus dos pequeños de cinco meses.

En un último intento por «desbloquear la situación» y dado que «el Ayuntamiento no parece entrar en razón», el pasado 7 de diciembre la Junta de Compensación presentó ante los técnicos del Consistorio un informe del profesor Luciano Parejo Alfonso ratificando la posibilidad legal de seguir otorgando licencias de obra en Valdebebas y los cooperativistas se reunieron con estos mismos técnicos una semana después; la suerte en ambos casos fue la misma: «Nos despacharon», resume el presidente de la cooperativa, Aurelio Peña. Tampoco ha conseguido una respuesta más positiva el concejal de Ciudadanos Bosco Labrado Prieto, que prestando su apoyo a los cooperativistas, preguntó por el asunto en la Comisión de Urbanismo celebrada el pasado 24 de enero: el Ayuntamiento se mantuvo firme en su decisión de no conceder más licencias hasta no tener sobre la mesa un nuevo proyecto de reparcelación económica, aseguró la secretaria general técnica de Desarrollo Urbano Sostenible, Soledad Muñoz.

La Quinta de Valdebebas no es la única afectada, porque según las estimaciones de la Junta de Compensación, son un total de 1.000 viviendas las que se encuentran en la misma situación; 1.000 viviendas fantasma tras las que se esconden muchas más vidas ahora en pausa por obstáculos que les son ajenos: «Mi plan de vida lo tengo aquí», dice convencida Esther manteniendo en la voz la fuerza de una madre que le dará a sus hijos un porvenir por el que seguirá luchando.

Los permisos, a partir de noviembre

«Los trabajos van muy bien, muy avanzados», asegura Marcos Sánchez, presidente de la Junta de Compensación, sobre el proyecto de reparcelación que el Gobierno municipal ha puesto como requisito indispensable para reactivar la tramitación de licencias de obra en Valdebebas y que volvió a requerir durante la última Comisión de Urbanismo. El Consistorio espera recibir este documento en marzo, con lo que cabría esperar que las licencias llegaran a partir de noviembre de 2018, pero fuentes directas de la Junta de Compensación han asegurado a este periódico que la nueva reparcelación estará lista antes, con lo que esperan descongestionar y acelerar el proceso. Todo esto a pesar de que, tal y como insiste Sánchez, la sentencia del TSJ de Madrid sigue sin ser firme.