Incendio en Seseña

El chapapote de Arganda se reutilizará como combustible

La balsa de aceites industriales del Parque Regional del Sureste empezará a limpiarse a mediados de 2014. Los residuos se reconvertirán en materia prima tras cocerlos a 550 grados en un horno fuera de la región

La superficie contaminada de la laguna de Arganda, en la imagen, supera los 50.000 metros cúbicos
La superficie contaminada de la laguna de Arganda, en la imagen, supera los 50.000 metros cúbicoslarazon

Madrid- El «chapapote» que rellena una balsa de agua a apenas 800 metros del núcleo urbano de Arganda de Rey, en pleno espacio natural protegido del Parque Regional del Sureste, se reutilizará como combustible. Esta misma semana, el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid saca a información pública el estudio de impacto ambiental de la restauración del vertido ilegal de aceites tóxicos industriales –50.000 metros cúbicos de residuos que se ubican en una Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA)– que, de forma continuada e incontrolada, llevó a cabo la empresa de aceites Ulibarri-Piqsa hasta principios de los años 90.

Ahora sólo con meter la mano en el líquido negro que la cubre nos la quemaríamos. De hecho, esta área fue durante años una trampa natural para las aves que paraban en ella durante sus procesos migratorios entre Europa y África y que morían bien envenenadas tras beber agua de la balsa, bien atrapadas por los aceites que cubrían sus plumas y les impedían continuar el vuelo.

El trabajo a realizar es importante y mayúsculo y, por eso, en la limpieza de la laguna se van a emplear técnicas pioneras en procesos de descontaminación. Para llevar a cabo este proyecto –el mayor de recuperación de un espacio contaminado por hidrocarburos en España y Europa hasta la fecha–, se han analizado hasta diez alternativas distintas para la fase de retirada, transporte y tratamiento del foco contaminante; otras diez para la remediación y adecuación de los suelos contaminados, y tres más para la que será la última fase de recuperación del entorno y de la biodiversidad en la zona. En total, 23 alternativas diferentes que son analizadas en el estudio de impacto ambiental, informaron fuentes de la Consejería de Medio Ambiente.

Y es que, a través de la empresa pública Tragsa, el Ejecutivo regional ha buscado una solución que convertirá los trabajos de descontaminación de la balsa en un laboratorio científico donde se pondrán en marcha las técnicas más innovadoras. Las obras comenzarán en el segundo semestre de 2014, una vez se apruebe la correspondiente Declaración de Impacto Ambiental. La estimación presupuestaria inicial es de 14,5 millones de euros, y se prevé que los trabajos se prolonguen al menos cinco años. La financiación correrá, de forma conjunta, a cargo de la Comunidad y una partida de los fondos euopeos del programa Life + al que se ha presentado este proyecto.

La solución elegida finalmente pasa por la recuperación energética del producto contaminante, es decir, aportar valor al chapapote de la laguna como combustible en algún proceso industrial, trasladándolo a algún horno cementero que admita este tipo de materiales como fuente de energía, lo que implica que será fuera de la Comunidad de Madrid.

Aproximadamente el 85 por ciento del material contaminante de la balsa (42.234 metros cúbicos) puede extraerse mediante dos máquinas de bombeo con tornillo sumergible de accionamiento hidráulico, una técnica que se utilizará por primera vez precisamente aquí en Madrid. La última capa, más densa y viscosa, se deberá retirar mediante medios mecánicos, puesto que no es posible el bombeo, con una metodología de trabajo que no rompa la capa de limos de base que impermeabiliza la laguna y que impide la entrada masiva de agua subterránea. Para ello se utilizarán retroexcavadoras con cazo de limpieza. El siguiente paso será el almacenamiento temporal y la adecuación del material en depósitos especiales para ácidos, depósitos que posibiliten su calentamiento y fluidificación, y su traslado en camiones cisterna a planta cementera que permita la entrada y la valorización del material.

Los materiales presentes en la laguna de Arganda poseen un buen poder calorífico, lo que los hace muy aptos para su reutilización energética. Así, siguiendo los criterios que marcan las directivas europeas y la legislación española en materia de gestión de residuos, el plan de la Consejería es extraer unas 150 toneladas de aceite al día, un proceso que alargará el plazo de ejecución de esta primera fase entre 18 meses y dos años.

Futura base para hacer cemento

Una vez concluida la etapa de extracción del material, se descontaminarán los suelos (unos 33.000 metros cúbicos). Para ello el terreno contaminado se calentará en la propia balsa a una temperatura de hasta 550 grados dentro de un horno rotatorio provisional, temporal y transportable. De este proceso se extraerán los contaminantes orgánicos que posteriormente se eliminarán en la fase de postcombustión. Si el material tratado presenta bajas concentraciones en metales, se utilizará para el relleno de la propia parcela. Pero si no es así, se tendrían que aplicar otras técnicas, igualmente innovadoras, como la biorremediación (descontaminación a través de la actividad biológica natural, principalmente de microorganismos como bacterias, hongos y plantas, que metabolizan los compuestos orgánicos de suelos), o utilización como subproducto en una planta cementera como materia prima para la fabricación de clínker –el material que se usa como base para cementos–. Así, cumpliendo con el espíritu de la Ley de Residuos (que prefiere reutilizar los materiales contaminados a eliminarlos), el chapapote madrileño se recuperará como materia prima.

Veinte piscinas olímpicas de contaminación sin multa

El volumen de la balsa de Arganda del Rey sobre la que la empresa Ulibarri-Piqsa vertió sus residuos entre los años 1989 y 1995 equivale a cinco cosos taurinos, 12.750 metros cuadrados que contienen 50.000 metros cúbicos de restos industriales de alto nivel contaminante. Sin embargo, este vertido ilegal se quedará sin multa, porque en 1998 la empresa quebró y, según la legislación vigente en esa época, el delito prescribió a los tres años.

Un nuevo hábitat tras la limpieza

Los trabajos que se van a realizar en la laguna de Arganda no se van a ceñir a la limpieza de la balsa contaminada. Una vez realizados esos trabajos de descontaminación se procederá a la recuperación completa del emplazamiento, un plan que precisará la rehabilitación ambiental y paisajística de la zona mediante el empleo de especies vegetales autóctonas, el rellenado con tierra del emplazamiento,su integración en el entorno del Parque del Sureste. Además, se aplicará un programa de control de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas para que se integre sin problemas del Parque Regional.