El cierre de Gran Vía cuesta un millón de euros a la EMT

El refuerzo de seis líneas de Metro, que desde hoy y hasta el domingo se repite con nuevos cortes, costará 9,5 millones a los madrileños

El Ayuntamiento de Madrid no consideró necesario reforzar el servicio de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) hace quince días de cara al primer corte de la Gran Vía, que comenzó en el Puente de la Constitución y la Inmaculada. Así se lo comunicó al Consorcio Regional de Transportes antes de que se iniciasen las restricciones de tráfico. Sin embargo, desde el Consorcio insistieron en que era necesario un aumento en 50 autobuses de las líneas de EMT que pasan por el centro de la ciudad –30 en las líneas que transitan por Gran Vía y diez en cabecera diurnos, y otros diez en cabecera nocturnos para reforzar en momentos puntuales– para que, junto con el 50% de refuerzo programado por Metro de Madrid de cara a los cortes de Gran Vía y las calles Atocha y Mayor, se diese una respuesta adecuada al incremento de usuarios del transporte público. Un refuerzo que el consejero de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Pedro Rollán, cifró ayer en un millón de euros a lo largo de los 29 días de restricciones circulatorias en el centro establecidos por el consistorio madrileño; mientras que el coste del refuerzo de Metro en las líneas 1, 2, 3, 4, 5, 6 y ramal, «por la decisión unilateral del Ayuntamiento de Madrid», costará 9,5 millones de euros.

Esta tarde comienza el segundo periodo de limitaciones de paso en la Gran Vía, hasta el próximo lunes. Esta vez, serán sólo tres días y con tres nuevos colectivos que han ganado su acceso a la arteria del centro en los tribunales, ante la falta de previsión del Área de Medio Ambiente y Movilidad, aunque no se descarta que pueda haber nuevas órdenes judiciales para franquear el paso a otros sectores. Así, los vehículos de transporte colaborativo, como Cabify o Uber, los autobuses discrecionales, los servicios de paquetería y los autobuses turísticos también podrán atravesar esta calle pese a que no estaban en las excepciones previstas por el Ayuntamiento de Madrid.

Junto al gasto en refuerzo de la EMT, el Ayuntamiento de la capital también tendrá que asumir el coste del dispositivo especial de un centenar de agentes de Movilidad y de Policía Municipal que, al margen del refuerzo navideño, es necesario para regular el acceso de los vehículos autorizados a la Gran Vía. Filtros situados tanto en la plaza de España como en Cibeles y el cruce con San Bernardo que el pasado puente provocaron grandes atascos en el centro.

Policía en los andenes

Igualmente, la Policía Municipal tuvo que ordenar la entrada a las estaciones de Metro durante los días de mayor afluencia de viajeros. A diferencia del Puente de la Constitución del pasado año, cuando Metro de Madrid alternó la entrada y salida de usuarios de los andenes por la llegada masiva de personas, esta vez han sido los agentes locales quienes hicieron «pasillo» en las entradas debido a la gran cantidad de gente que había por la calle. Del mismo modo, Renfe tuvo que activar la alerta naranja y también ordenar el paso a la estación de Cercanías de la Puerta del Sol.

Por otro lado, el consejero de Transportes explicó ayer en la Asamblea de Madrid que aún se está estudiando junto al Ayuntamiento de Madrid la posibilidad de que el consistorio regrese al accionariado de Metro de Madrid. Una posibilidad que anunció el año pasado la alcaldesa madrileña y que este año la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, afirmó que no descartan, pese a los cien millones de euros anuales en los que el año pasado el Gobierno regional cifró el regreso del Ayuntamiento. Tampoco se ha pronunciado el consistorio madrileño en las última reunión con el Consorcio, que tuvo lugar el pasado lunes, respecto a su anuncio de que querían asumir el 100% de las inversiones en la EMT, así como incrementar su aportación a los gastos generales del Consorcio en 23 millones de euros al año.