El hermano de Flores se presenta como mero testaferro

José María Flores, administrador de Diviertt, la empresa organizadora de la fiesta en el Madrid Arena, ha dicho hoy ante el juez que él "no sabía lo que firmaba"porque confiaba en los documentos que le daba para firmar su hermano Miguel Ángel, gerente de la firma.

La confianza plena que tiene en su hermano hizo que, según declaró ayer ante el juez López-Palop, José María Flores «no supiera lo que firmaba». Con este testimonio el administrador de Diviertt, y hermano del organizador de la trágica fiesta de Madrid Arena, Miguel Ángel Flores, prestaba testimonio en el marco de la investigación del caso que se saldó con la muerte de cinco jóvenes. A la salida de la vista, los abogados de las familias de las víctimas mostraron su indignación con el familiar del organizador del evento: «No sabe nada de los pagos, de las entradas, del contenido de los seguros. No sabe nada. No ha querido responder a preguntas del Ayuntamiento. Hacía todo lo que hacía su hermano. Ignoraba si se habían vendido más entradas», se quejó Gerardo Viada, el abogado de la familia de Katia Esteban en declaraciones recogidas por Efe. En el mismo sentido Felipe Moreno, letrado de la familia de Rocío Oña, insistió en que José María «era un mero testaferro, un hombre de paja de su hermano que lo único que hacía era firmar lo que le ponía delante sin leerlo, por confianza».

Lo que sí dejó claro el hermano de Flores, según explicaron las defensas, es que él no firmó el convenio de Kontrol 34, tampoco había visitado las oficinas de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), ni conocía al ex director general de esta sociedad, Jorge Rodrigo.

Pero José María Flores sí que estuvo en el Madrid Arena la noche de la fiesta de Halloween y conocía al ex concejal del Ayuntamiento de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, con el que, aclaró, no está unido por ninguna relación de amistad. A preguntas de las defensas aseguró que su mujer, que estaba trabajando en la sesión del DJ Steve Aoki, le informó de que «había un problema grave», y que fue entonces cuando se desplazó hasta la Casa de Campo para estar al lado de su hermano, con el que estuvo hasta las 5:30 horas. Tras dos horas de declaración, y a pesar de la petición de los abogados de las niñas, el juez no impuso medidas cautelares al administrador de Diviertt.

Asimismo, dos de los abogados alabaron el «criterio de libertad absoluta» del juez frente a «posibles presiones externas». Hacían estas declaraciones después de que el fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, asegurara la semana pasada que las imputaciones de la cúpula de seguridad del Ayuntamiento se habían producido de forma precipitada.

Por otro lado, el delegado de las Artes, Deportes y Turismo, Fernando Villalonga, responsable Madridec, aseguró en la comisión ordinaria del ramo que el consistorio no caerá en la precipitación y que demandará a Seguriber «cuando sea el momento». Sí confirmó que la presentación de una demanda de Madridec contra Diviertt, fechada el pasado 20 de diciembre. Se interpuso para reclamar a la empresa de Miguel Ángel Flores la deuda de 34.000 euros.