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El nuevo Bernabéu, en 2020

Carmena y Florentino Pérez cierran el acuerdo de reforma del estadio y su entorno un año después de que la Justicia parara el proyecto. Las obras comenzarán en 2017. Tendrá un gran atrio de entrada en la Castellana, un techo retráctil y no aumentará la edificabilidad. El Madrid no descarta construir un hotel en su interior

El nuevo Bernabéu, en 2020
El nuevo Bernabéu, en 2020larazon

Carmena y Florentino Pérez cierran el acuerdo de reforma del estadio y su entorno un año después de que la Justicia parara el proyecto. Las obras comenzarán en 2017. Tendrá un gran atrio de entrada en la Castellana, un techo retráctil y no aumentará la edificabilidad. El Madrid no descarta construir un hotel en su interior

Un Bernabéu más vanguardista y sostenible, convertido en una de las imágenes icónicas de la capital. Es el espíritu del acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y el Real Madrid en torno a la reforma del coliseo blanco, encallada desde que en febrero de 2015 el TSJM tumbara el proyecto inicial. Manuela Carmena y Florentino Pérez presentaron ayer en el Palacio de Cibeles las líneas generales de este pacto: el estadio crecerá a lo alto pero no tendrá más suelo edificable, contará con una cubierta retráctil para su posible cierre y el perímetro urbano exterior se verá beneficiado con nuevas zonas verdes y espacios peatonales.

El verano de 2017, una vez finalice la actual temporada, es la fecha con la que el Real Madrid trabaja para el inicio de las obras, cuyo plazo de ejecución está estimado en tres años. Antes, el Pleno de la ciudad tendrá que haber ratificado el Plan Especial redactado por el Gobierno de Carmena y expuesto durante un mes a las alegaciones de vecinos y colectivos sociales. Este calendario sitúa a la temporada que comienza en agosto de 2020 como la más probable para que el madridismo estrene su renovado hogar. La reforma costará 400 millones que saldrán de las arcas del grupo IPIC, propietario de Cepsa.

La piel del estadio estará integrada por bandas de acero que aportarán al conjunto un volumen unitario, potenciado además por la reconfiguración de las cuatro torres. En el lateral del Paseo de la Castellana, el proyecto contempla un gran atrio de entrada de 2.000 metros cuadrados a modo de cornisa que, al no apoyarse en el suelo, no supone ninguna ocupación adicional. Junto a esta fachada, sobre el suelo dedicado actualmente a un aparcamiento, se construirá una plaza pública peatonal. Éste es el principal cambio respecto al Plan Especial anulado por la Justicia, ya que el Real Madrid proyectó construir en este enclave un hotel anexo al estadio. Preguntado por si mantiene la idea de abrir un hotel en el nuevo Bernabéu, el presidente del club no lo descartó en ningún caso: «Nadie dice que no pueda haber actividad comercial o un hotel», subrayó. Esta decisión se tomará cuando el Real Madrid estudie la forma en la que redistribuirá los 125.000 metros edificables. No en vano, el interior del estadio cambiará de forma radical. Los 8.000 metros cuadrados de oficinas se trasladarán a Valdebebas y los 10.000 metros cuadrados de espacios comerciales de la Esquina del Bernabéu se incorporarán a las nuevas instalaciones. El aforo no cambia, a pesar de la creación de una nueva grada de 3.000 asientos.

La descarga, en el interior

En este nuevo esquema, otros elementos clave serán el rescate de los 5.000 metros cuadrados que actualmente están en desuso, el rediseño de las torres, la apertura de accesos directos para situaciones de emergencia y evacuación, así como la habilitación de un nuevo espacio interior soterrado en el lateral este para los trabajos de carga y descarga. Para la distribución de estas mercancías por todo el estadio, se creará un nuevo sistema de comuninaciones verticales y un túnel logístico a modo de anillo situado en el nivel -2. Actualmente, la labor de carga y descarga, tanto en los días de partido como cada vez que el Bernabéu acoge un concierto, se realiza en las calles adyacentes, lo que se traduce en ocupaciones del espacio público y en importantes niveles de ruido. La reforma evitará a los vecinos estas molestias.

Otro de los espacios que, tal y como recoge el proyecto elaborado por GMP Arckitekten-L35-Ribas, multiplicará su importancia en el nuevo Bernabéu es el museo del Real Madrid. Actualmente ya es uno de los puntos más visitados por los turistas que llegan a la capital y Florentino Pérez quiere redoblar su atractivo aún más mediante la incorporación de las nuevas tecnologías «para potenciar la exposición y la calidad de sus contenidos».

Además de la nueva plaza peatonal en la Castellana, el proyecto prevé la apertura de una zona ajardinada de 6.000 metros cuadrados sobre el suelo en el que se levanta actualmente el centro comercial de La Esquina del Bernabéu, junto a la plaza de los Sagrados Corazones. Otras dos de las vías que conforman el perímetro del coliseo, la avenida de Concha Espina y la calle de Rafael Salgado –en las que se ubican los dos fondos del campo–, verán ampliadas sus aceras y reestructurado su tráfico.

En lo que concierne a la sostenibilidad del futuro estadio, la cubierta retráctil en el techo y la envoltura de acero disminuirán la contaminación acústica y lumínica del conjunto. A ello se suma una renovación integral de todas las instalaciones con criterios de eficiencia energética y la instalación de paneles solares.

Consenso político

El acuerdo de todos los grupos políticos con representación en el consistorio en torno al Plan Especial, anticipa una fácil aprobación del proyecto. Desde el PP, el portavoz en materia urbanística, José Luis Martínez Almeida, manifestó ayer el apoyo de su grupo al proyecto de modernización del estadio Santiago Bernabéu con el que cree que Ahora Madrid acierta por ser «continuista con determinados proyectos del PP». Desde Ciudadanos, su portavoz, Begoña Villacís, alabó la reforma vanguardista presentada: «Nos gusta que salga adelante algún proyecto en Madrid». Por parte del grupo socialista, su portavoz, Purificación Causapié, evitó entrar en valoraciones sobre el nuevo Bernabéu hasta conocer «más detalles».

Un «apellido» que decidirá el grupo propietario de Cepsa

Tal y como estaba previsto en el proyecto inicial, la renovación del Bernabéu tendrá un coste que se situará en el entorno de los 400 millones de euros. El grupo IPIC, en virtud de un acuerdo alcanzado con el Real Madrid, asumirá esta inversión. A cambio, esta empresa decidirá el nuevo nombre del estadio, del que en ningún caso, como aclaró Florentino Pérez ayer, desaparecerá la palabra «Bernabéu». Esta modificación en la nomenclatura del estadio –que no será sometida a consulta de los socios– mediante la incorporación de una marca comercial al nombre permitirá ingresos adicionales al club. El hecho de que IPIC –un fondo de inversión creado por el Gobierno de Abu Dhabi en 1984– sea propietario del 100% de la española Cepsa hace que, en los últimos años, se haya barajado el de «Bernabéu Cepsa» como uno de los posibles nombres del recinto. Grandes equipos europeos como el Manchester City o el Bayern de Munich ya rebautizaron sus campos con la incorporación de marcas como Etihad o Allianz.