Conciliación
Empleo aumenta las ayudas a los «currículum olvidados»
La Comunidad destinará en 2013 más de 584.000 euros a la inserción laboral de personas que se encuentran en situación de dificultad y exclusión social. Esta medida beneficiará a más de 60 trabajadores y permitirá la contratación de 20 técnicos de apoyo en las 11 empresas que colaboran con este programa de inserción, adentrándoles en sectores como el de la limpieza, la hostelería, el textil y la jardinería.
La consejera de Empleo, Turismo y Cultura, Ana Isabel Mariño, explicó ayer que «una de las líneas de actuación del Gobierno regional en este sentido es el apoyo a estas empresas de inserción mediante la concesión de ayudas para que contraten a trabajadores en situación de vulnerabilidad».
Además, Mariño declaró que «el compromiso de la Comunidad con estas personas ha permitido que cerca del 50% de los trabajadores que han participado en itinerarios de inserción hayan accedido a un empleo en empresas del mercado de trabajo ordinario». 6.650 euros por cada trabajador contratado es lo que recibirán como subvención estas empresas, así como 1.800 euros anuales para contribuir a los costes salariales de los técnicos que realizan el apoyo psicosocial y de producción de los trabajadores. El objetivo final del programa consiste en potenciar las capacidades de la persona, a la que proporcionan un empleo retribuido, así como las habilidades sociolaborales y los conocimientos técnicos necesarios que permiten la transición del trabajador al mercado ordinario. Desde que se pusieron en marcha estas ayudas, en 2008, se ha llevado a cabo la contratación de 200 trabajadores en situación de exclusión social con una inversión de 1,6 millones de euros –unos 320.000 euros de media al año–.
Por su parte, Íñigo Zorrilla, director de Aluciservice, una de las empresas que colaboran con este proyecto, explicó que «desde hace años existen numerosos proyectos y programas para ayudar a personas que tienen dificultades para encontrar trabajo, personas que o bien están con el tercer grado o en libertad condicional, inmigrantes, ex reclusos, mujeres víctimas de la violencia de género, o hasta personas que se han quedado sin trabajo. Estas empresas hacen una labor imprescindible de formación y ofrecen a estas personas cursos y prácticas para así después poder lanzarles al mundo laboral con contratos en empresas como el Asador Amai, una lavandería para la restauración o en la reforma y mantenimiento de edificios. Esta iniciativa forma parte del Plan de Reactivación del Empleo de la Comunidad, que, junto con estas ayudas directas a las empresas para la contratación, cuenta con una batería de medidas destinadas a la mejora de la intermediación laboral a través de las oficinas públicas de empleo, refuerzo a la formación de los desempleados.
EN PRIMERA PERSONA
Carlos González Palomo/ Preso con el tercer grado concedido
«Me han abierto el cielo»
Carlos, de 51 años y padre de dos hijos, lleva seis años y medio en la cárcel. Él ha sido uno de los que se ha beneficiado del programa de colaboración de 11 empresas para la inserción de personas en exclusión social. Con el tercer grado concedido hasta enero, tan sólo había realizado trabajos dentro de la cárcel, y ahora por primera vez, y gracias al programa, trabaja en el restaurante Asador Amaia con un contrato. Carlos explica el proceso que ha seguido para conseguirlo, un camino en el que le han enseñado diferentes tareas y trabajos y le han dado la posibilidad de realizar cursos y prácticas para formarse como trabajador. «Es un proceso que para mí ha sido un trampolín». «Gracias al programa he mejorado hasta físicamente, por no hablar de mi mejora psicológica». «Puedo asegurar que me han ayudado a todos los niveles, ahora me siento parte de la sociedad. «Gracias a esto, tengo un sueldo normal», explica agradecido.
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