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«Existen sistemas antirobo infalibles, pero no se instalan»

La Razón
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Madrid- Si los aluniceros han dejado de lado su método de robo no es porque los comercios asaltados se lo ponen dificil con sus métodos anti robo. Alarmas y cámaras de seguridad o lunas reforzadas son, como mucho, los sistemas que emplean joyerías y boutiques, que no han sucumbido a algunos métodos que parecen eficaces. Además de las alarmas y el blindaje de las lunas o los paneles metálicos –como la tienda de Loewe, «alunizada» en la madrugada del día de las Fuerzas Armadas– no se han planteado otro tipo de medidas, si bien el Ayuntamiento de la capital colaboró en 2009 en la zona de Serrano con la instalación de mobiliario urbano de forma estratégica y aceras más altas para complicar un poco el plan a los delincuentes. «En boutiques de las mismas firmas pero instaladas en otras capitales europeas los sistemas de seguridad son más sofisticados», explica Mariano González, de German Security Systems. «El que de verdad quiere protegerse busca lo mejor del mercado e implanta sistemas definitivos», sostiene. La revolución, aunque aún no se ha extendido demasiado, son los nebulizadores, un sistema que parece definitivo: en cuanto el delincuente hace su entrada en el local se activa una especie de niebla densa que, en pocos segundos, cubre por completo el establecimiento e impide ver absolutamente nada, por lo que el principal problema del delincuente se convierte de repente en encontrar la salida y escapar antes de que llegue la Policía. A pesar de que su precio no parece elevado (acondicionar con este sistema un local de unos 100 metros cuadrados costaría unos 1.500 euros) ni estropea las prendas, no son muchas las boutiques de Serrano y aledaños que se han decantado por este sistema. No parece elevado cuando un bolso en una de estas tiendas ya puede costar eso. La confidencialidad de la empresa sólo permite saber que son dos firmas italianas y una joyería, todas en la zona Serrano-Velázquez, las que ya lo han implantado. También lo ha instalado una joyería de un centro comercial de la zona sur de la región y otros dos comercios. La empresa también comercializa un laminado de cristales a prueba de mazas y alcantarillas, pero nada parece infalible.